Resguardar la memoria visual: patrimonio de una nación
por Rebeca Monroy Nasr
DEH-INAH
Estamos a casi cien años de distancia de la creación de la primera agencia fotográfica que surgió en la Ciudad de México. Hasta donde se sabe, en 1912 Agustín Víctor Casasola junto con su hermano Miguel Casasola y su compadre Herrerías iniciaron su agencia que daría servicio nacional e internacional desde el centro del país.
Fue seguramente su idea de que eran “impresionadotes del instante” lo que lo llevó a contratar, comprar y resguardar el trabajo de más de 400 fotógrafos nacionales y extranjeros. Además procreó y alimentó las filas del periodismo con sus hijos, hijas, sobrinos, nietos, entre otros miembros de su familia, lo que muestra que tenía una conciencia histórico-visual de su trabajo que nos legó como herencia.
En 1920 la Agencia Fotografías de Actualidad empezó a competir en el mercado editorial con los Casasola. Enrique Díaz, un joven de veinticuatro años, vino a ponerse a las órdenes del mercado local e internacional con ayuda de otros fotógrafos: Enrique Delgado, Manuel García y Luis Zendejas. Ellos, también llegaron a formar un legado importante de ese cambiante siglo XX y, aunque en 1980 dejó de dar servicio, el medio millón de negativos y copias vintage forman parte también del patrimonio cultural de nuestra nación.
Estas agencias dejaron de proveer de imágenes críticas y analíticas justo antes de la presencia de los movimientos sociales y estudiantiles de los sesenta y setenta. Pero en 1986 que se gestó una nueva, independiente e ingeniosa agencia de noticias gráficas, que surgía de la necesidad de información de una población cambiante, contradictoria, incrédula de las noticias de la muerte de sus estudiantes, de la desaparición de los disidentes, viviendo sus devaluaciones, corrupción gubernamental, represiones claras y encubiertas, ahí la imagen jugó un papel fundamental, pues por lo general apoyaba el decir y el hacer gubernamental.
Si bien la prensa independiente hizo importantes aportaciones con honestidad y claridad desde fines de los setenta, como fue el diario unomasuno y después La Jornada, la imagen parecía requerir cada vez más de su propio espacio.
Así surgió la Agencia Cuartoscuro, para saldar una deuda pendiente hacia los medios informativos y a la población en general. Fue su autor intelectual y material Pedro Valtierra, un hombre que había entrado en el círculo mágico de la prensa independiente pero que necesitaba aún mayor vigor y posibilidades de propuesta visual, por su propio ímpetu. Vivir las diversas guerras internas en los países centroamericanos, seguramente definieron su carácter indomable y lo llevaron a gestar esta nueva aventura como un empresario independiente.
No era para menos. Identificó las necesidades sociales, políticas, económicas y culturales del país de manera natural, al estar imbuido desde muy joven en las confrontaciones y contradicciones propias de los medios editoriales.
Hizo un primer intento con la agencia Imagenlatina en 1984. Dos años duró la empresa que no llegó a buen puerto, lo cual no le impidió continuar con su anhelo. En su ánimo seguramente también influyó su participación como fundador y jefe de fotografía del diario La Jornada, para darle un impulso más claro a su deseo de independizarse y crear su propia agencia informativa.
Este 2011 se cumplen las bodas de plata de ese sueño al que dio vida el zacatecano, fresnillense, Pedro Valtierra, pero también nutrido por un gran número de fotógrafos que han participado en ese proyecto.
Es importante señalar que una de las grandes virtudes de este empeño es brindarle a los jóvenes que se inician en esta aventura del periodismo gráfico, la oportunidad de trabajar, experimentar y difundir sus imágenes desde éstas sus filas. La gran conveniencia de ello, es la carencia de líneas o imposiciones, pues dice su director de esos jóvenes: “Aquí aprenden a perder el miedo a la luz, a dominar el tiempo y a crear buenas imágenes. No los enseñamos a ser buenos fotógrafos, los orientamos para que busquen siempre ser los mejores fotoperiodistas con respeto y humildad”. Me parece que estos son elementos nutricionales y fundamentales en el manejo de la imagen fotográfica y periodística: luz y tiempo, la materia prima fundamental del fotógrafo y del historiador.
La Agencia Cuartoscuro es ese lugar de la cocina de la fotografía, el entorno de la fundición de los materiales, donde le mago y el brujo encuentran la alquimia de la imagen creada que aparece entre los haluros y los pixeles. La presencia de la Agencia tiene además un eco visual en su revista homónima, una de las pocas publicaciones fotográficas en nuestro país de gran calidad, que dan paso a conocer los trabajos recientes de fotógrafos e historiadores, críticos y analistas de la fotografía. Creada en 1993, ahora a su mayoría de edad la revista tiene en su hermana mayor una fuente de vigor y fortaleza.
Nos congratulamos como mexicanos de contar con estas dos fuentes fundamentales de nuestra memoria visual, cultural y un legado patrimonial que llega a todas partes del planeta gracias a las redes cibernéticas. Enhorabuena para todos, los que tenemos la suerte de ver, escribir, publicar y leer, en estos dos medios la Agencia y su revista.
El mundo está consciente de su presencia iluminadora con noticias crueles, duras, ambiguas, alegres, festivas, de mirada niña, de presencias adultas, de cortes y mutaciones en los cuerpos, de novedades y una infinita capacidad propositiva. Sus más de trescientas mil imágenes dan cuenta del torrente de imágenes que aún nos esperan. Gracias Pedro Valtierra, gracias a los fotógrafos que han brindado su mirada, gracias a tu gran equipo de trabajo incansable y noticioso, pero sobre todo honesto y sincero en su diario andar entre las imágenes.