Aprendizaje de la fotografía: un proceso interactivo
Rebeca Monroy Nasr
El proceso enseñanza-aprendizaje en nuestro país ha estado teñido de un gran número de fotógrafos que trabajan de manera autodidacta. También los hay que proceden de escuelas que llevan alguna materia de fotografía como complemento de su educación en otras áreas sociales o artísticas, pero hasta la fecha, en la ciudad de México no contamos con una escuela artística dedicada a la formación de profesionales, licenciados, maestros o doctores en fotografía.
Recientemente en un viaje a la ciudad de Barcelona fue factible descubrir la importancia de una escuela dedicada a la formación de profesionales que les dé la facultad de tener una perspectiva artística, plástica y estética de las imágenes creadas: L’institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya (Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña, IEFC).
El interés desarrollado desde hace 35 años por su fundador y actual presidente, Miquel Galmes, es el de fomentar la creatividad de los estudiantes, de tal modo que puedan prepararse no sólo para la inmediatez y la sobrevivencia con un oficio, sino que sean propositivos en sus planteamientos y se conviertan en creativos profesionales de la cámara. En aquellos años los ideales de sus fundadores deambulaban en el interés, sobre todo documental, de una realidad amplia, compleja y controvertida, en el camino esos objetivos se fueron ampliando y profundizando.
Comenta Robert Barrio, el Director Académico que el interés ha ido más allá de entrenar a los jóvenes y estudiantes en el arte de la aprehensión de las imágenes, pues punto más que importante a lo largo de los cuatro años de estudio es el que aprendan a previsualizar las fotografías.
Sin romper con la idea clara de lo que es la fotografía, conservando la técnica fotográfica convencional a partir de elementos analógicos y que poco a poco se van introduciendo al ámbito de lo digital, los alumnos aprenden maneras combinadas de trabajo analógico-digital, haciendo conversiones de un medio a otro, de tal suerte que se muevan en el mundo del pasado con conocimiento profundo de la técnica de materiales y abreven en el uso de tecnologías avanzadas. Incluso, son sus propios egresados los que imparten los cursos de técnicas digitales, así los incorporan, les dan trabajo y retroalimentan a la institución.
La educación de los jóvenes se complementa con una amplia biblioteca de más de cinco mil libros, 40 revistas, además de 600 publicaciones periódicas. Cuentan además con una fantástica fototeca en el Arxiu Històric Fotogràfic, su director Miquel Nauguet comenta que han reunido unas 700 mil piezas de diferentes colecciones desde fines del siglo XIX hasta los años treinta del XX, un acervo valioso que remite al pasado catalán, donde es factible reconstruir buena parte de la historia social, política y cultural de la región.
Otra de las cualidades del Institut es sembrar una semilla fundamental en la cabeza y la visión de sus estudiantes; les forja la idea de identidad y exclusividad que los ha llevado a formar portafolios y a ganar premios internacionales que emplazan las más altas conciencias visuales. Así, la creatividad como fuente documental y estética, como origen expresivo de los artistas de la cámara, de saberse documentadores y creadores, forjadores de representaciones que la retina guardará en la memoria, es parte de sus metas.
Los profesores Carles Costa y Llorenç Reich son quienes tienen a su cargo las actividades culturales que dan vida al centro interna y externamente. Exhiben y publican las fotos audaces, insospechadas, construidas, encontradas con un elaborado sentido y conciencia fotográfica. Es factible aprender mucho de su experiencia para ir conciliando la idea de la creación de una escuela mexicana de fotografía con niveles magistrales y doctos en su enseñanza-aprendizaje, pues maestros tenemos muchos en las filas de la fotocreación, sentarnos a pensar y concretar el proyecto es una tarea que no debemos desdeñar.[1]
[1] Agradezco a los señores Miquel Galmes, Robert Barrio, Miquel Nauguet, Carles Costa y, sobre todo, a Llorenç Raich, por haberme recibido y dedicado tiempo a la entrevista que se llevó a cabo en julio de 2010. Para mayores informes sobre el Institut vid. http://www.iefc.es/index_cast.php
En México, podríamos tener enseñanza de fotografía magistral como menciona Nasr, el día que se deje de pensar que este medio es simple afición y se vea que es otra necesidad como la de escribir y leer. Otro factor importante es el miedo al cambio y a creer que si tenemos el potencial de elevar este medio a su máximo nivel.