PORTAFOLIO. EL DIVINO PRETEXTO
Por David Polo
Fotos de Frank Coronado
Cubiertos por la bruma, los caminos avanzan serpenteantes entre la vegetación exuberante. Es todavía de madrugada. A lo lejos resuena el estruendo de la pirotecnia y a medida que la distancia se reduce el aire se llena con las notas de la banda de viento. Con las primeras luces de la mañana vienen también los primeros tragos de mezcal, que se reparte generosamente entre la gente. En el atrio de la iglesia comienzan a reunirse mujeres que llegan cargadas con canastas; en la casa del mayordomo se sirve el desayuno para la gente que llega a la fiesta —alrededor de tres mil— y todos comen. Al finalizar se levantan los manteles, las mesas e incluso los pies: es la hora de bailar. El día se va en procesiones, danzas, comida y mezcal. Son los Valles Centrales de Oaxaca, una de las regiones con mayor diversidad cultural en México.
Después de alejarse por varios años de su tierra natal, Frank Coronado regresó a Oaxaca. Desde hace cinco años y medio se ha dedicado a recorrer los pueblos y comunidades indígenas en la zona central de su estado para documentar las numerosas fiestas religiosas que se desarrollan a lo largo de todo el año.
Más que un simple testigo armado de una cámara, Frank se hace uno con la celebración. Convive, come, bebe, baila y celebra. Quizá por eso sea que en muchas de sus fotografías se perciba una gran cercanía con la gente. La suya no es la mirada típica —tan de moda en estos días— que mira al otro como un sujeto completamente ajeno; por el contrario, es la consecuencia de una profunda admiración por la tierra que lo vio nacer y que hasta hace poco se decidió a conocer.
Para conocer más de su trabajo visita su página web www.frankcoronado.com
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