UNA FOTÓGRAFA MEXICANA EN NUEVA YORK. ENTREVISTA A PAOLA NÚÑEZ
Por David Polo
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“La pintura se complementa con la fotografía. Un medio complementa a otro. Se necesita meditar para las fotografías, tienes que estar viendo el momento de captar las cosas. Definitivamente creo que un medio ayuda al otro. En mi práctica, las dos me han servido para desarrollar cosas diferentes”
Fotógrafa y pintora, Paola Núñez ha desarrollado su carrera al lado de algunas de las más grandes figuras de la fotografía internacional en los últimos años. Gran parte de su trabajo se ocupa de indagar en el tránsito de las personas y su transformación en el tiempo y espacio, algo que ella misma ha experimentado al establecerse en varias ciudades y dejar una carrera administrativa para dedicarse a la fotografía.
Llevas seis años en Nueva York haciendo fotografías, ¿cuál ha sido tu experiencia?
Es un mundo muy diferente al mundo corporativo al que yo estaba acostumbrada, no te puedo decir mucho del ámbito fotográfico en México porque yo inicié mi carrera basada en Nueva York. Tuve la fortuna de estudiar en el International Center of Photography (ICP), que es una institución muy reconocida, que participa en muchísimas cosas y tiene un círculo muy amplio, eso de alguna manera me sirvió para ampliar también el circulo en que me desarrollé, porque pues yo llegue a Nueva York y no conocía a nadie, pero con los profesores, con los talleres que vas tomando y con ciertas cosas te vas abriendo el panorama. Mi experiencia ha sido muy buena. Yo creo que Nueva York es la ciudad con más fotógrafos y de las más alta calidad, es difícil, pero como que cada quien va ahí buscando su caminito, pero por en Nueva York yo siento que el que persevera alcanza. Cuando estaba estudiando en ICP hice un pequeño internado en la Magnum Foundation. Ahí puede trabajar con Susan Meiselas, que es una fotógrafa que yo admiro mucho. También hice un internado con Mary Ellen Mark, que acaba de fallecer hace poco. Tuve la fortuna de aprender de ella. Me encanta su trabajo, era una fotógrafa de la que aprendí muchísimo. El simple hecho de ir con ella y verla trabajar, cómo tomaba las fotos a la gente, cómo se acercaba y cómo decía las cosas era casi una clase magistral de esa experiencia, esa tenacidad. Veía a un sujeto y lo quería fotografiar y lo seguía y lo seguía hasta hacerle la foto. Hay una experiencia que me marcó mucho. Ella estaba haciendo un proyecto sobre desfiles, entonces fuimos a un desfile de Halloween y le quería tomar fotos a una chica y al principio la chava la veía como pensando “y ésta señora qué me quiere tomar fotos”. Como que no quería, estaba molesta y empezó a decir con sus amigas “ésta señora qué me quiere tomar fotos…” Al final, casi sin palabras, la chica estaba posando para ella. era la magia de ella. Era sorprendente. Esas pequeñas cositas para mi han sido un gran privilegio. Poder haber platicado, participado y aprendido de gente como ellos.
Creo que mi experiencia aquí ha sido muy fructífera , he aprendido muchísimo y pues también voy buscando mi caminito, poco a poco. Tuve la suerte de conocer a algunas curadoras que me preguntaban ¿qué estás haciendo ahora? y les enseñaba mis fotos a veces en el mismo teléfono. Es una comunidad que es muy abierta, en una galería tu vas y hablas cono el mundo. En un opening de una exhibición puedes hablar con todo el mundo y pues ellos buscan conocer gente también. Me acuerdo que una chava me preguntó un día ¿tú qué haces? Bueno, soy fotógrafa y pintora, le enseñé un poquito de mi trabajo y le gustó. A los seis meses ya estábamos exponiendo en su galería. Claro, tienes que estar ahí, afuera, enseñando tu trabajo, dando tus ideas. Tuve también la fortuna de contar con un apoyo del New York City Department of Culture and Affairs, y pude exponer en una galería mi primer solo en Nueva York con mi proyecto Serenata a Nueva York.
Poco a poco vas conociendo a otros fotógrafos, otros trabajos, te vas familiarizando con la comunidad y las corrientes que te interesan.
Platícame un poco de Serenata a Nueva York.
Serenata a Nueva York es un proyecto que estuve haciendo sobre la vida de los mariachis en esta ciudad. Yo estaba haciendo un proyecto sobre mujeres mexicanas en Nueva York y una chica me invitó a un baby shower. Mientras estaba fotografiando alguien gritó que venía el mariachi y yo pensé ¡qué padre, viene a cantar el mariachi! o no sé, te imaginas tres chavos que vienen a cantar y listo, pero no, eran mariachis de verdad, pero no iban a tocar sino a unirse al baby shower. Empecé a hablar con ellos, me interesé por lo que estaban haciendo, empezamos a platicar, me contaron que tenían una escuela de mariachi, y empecé a fotografiar. Al principio eran como que las luces, los trajes que lo que me llamaba la atención, a mi me encanta la música de mariachi y pues también la melancolía, ¿no? De que estás lejos y de que es tu idioma y tu cultura. Poco a poco me fui internando en sus historias de vida, en los motivos por los que emigran, muchos son ya nacidos aquí, muchos son dominicanos y mexicanos. Se convirtió en un proyecto sobre la vida de los músicos de mariachi.
Tu trabajo se enfoca más en la parte documental de la fotografía. ¿Qué opinas de la fotografía construida, el otro extremo, lo no documental? ¿has hecho algo en ese sentido?
Si. Yo creo que cuando haces fotografía documental a veces te vuelves muy purista, como que no puedes hacer nada stage, nada construido, todo tiene que ser cándido. Yo pienso que la fotografía es un medio que te sirve para explorar situaciones por las que estás pasando o lo que está por tu mente, el mismo debate era con lo análogo y digital. El debate era como “no, pues tiene que ser análogo” o “no que tiene que ser digital”. Yo empecé el proyecto de los mariachis con análogo y tengo mezcla de digital y análogo. Pienso que al final de cuentas lo que importa lo que quiero realmente comunicar no tanto si es documental o no, análogo o no.
Si he hecho foto un poco más de stage. Tengo un proyecto que se llama In scene, que es una mezcla de eso. Lo enfoqué a inmigrantes que han venido a la ciudad de Nueva York a buscar ese sueño. El sueño neoyorquino no solamente es de extranjeros, sino de mismos nacionales que vienen a Nueva York a hacerla de bailarinas, a hacerla en la música o lo que sea con el sueño de querer triunfar. Eso lo hice a través de retratos y lleva iluminación artificial, es muy cinematográfico lo pude ver en mi website y son posadas yo trataba de tener como momentos cándidos, pero obviamente pues yo constuía el ser ante la situación. Dejaba un poquito libre la persona, un poco abstraído en sus pensamientos, pero con alguna dirección mía. La verdad creo que en este mundo puedes experimentar un poquito de todo, no etiquetar tanto como “soy esto” o “no hago más nada”.
Comentabas que no te sientes tan parte de la tradición de la fotografía mexicana, ¿consideras que tu trabajo tiene que ver con lo que se hace en México?
Pues si, soy mexicana y saco mi cultura a relucir cuando hago fotografías, pero no estoy tan relacionada al c como hacen una muestra de poartafilios y como funciona realmente ese mundo. o profewsores, pero realmente no se como desarrollírculo de la fotografía en México. tengo algún contacto con algunos fotógrafos mexicanos porque estudie en AAVI y me mantengo en contacto con algunos compañeros que tuve o profesores, pero realmente no sé cómo desarrolla allá. Si quiera exponer allá no sé como hacer una muestra de portafolio ni cómo funciona realmente ese mundo.
Trato de seguir las bienales, de hecho mi exposición de Serenata a Nueva York se esta exponiendo en la escuela que está en plaza Garibaldi, de la Ollin Yoliztli en el Callejón de la Amargura, que es la primer escuela de mariachi a nivel nacional. Cuando tuve la exposición en Nueva York un amigo me contactó y me dijo “oye quiero hacer un reportaje sobre lo que hiciste”, lo publicó en México justo cuando se iba a inaugurar la escuela y me contactaron para saber si estaba interesada en exponer las fotos allá. Hay un acuerdo con el GDF para que itinere esa exhibición en varios centros culturales de la ciudad de México.
De tu trabajo La vida en Vietnam, ¿cómo llegaste ahí?
Vietnam es un destino que realmente he tenido siempre en la mira por la controversia comunista, por la guerra que tuvo con Estados Unidos. En un chance que tuvimos mi esposo y yo nos escapamos. Realmente es un país fascinante, la cultura es muy diferente a la Estados Unidos, a la mexicana. Me encantó estar explorando un poquito y descubrir todas las diferencias. A mi me gusta perderme con la cámara y explorar, hablar con la gente, ver que está sucediendo y entonces llegue a una callecita, a un callejón que es una vía del tren, uno se imagina que las vías del tren ya están en desuso porque la calle es tan estrechita y la gente está ahí comiendo en las vías, haciendo su vida y de repente iba caminando con la cámara y me bajé de las vías. Antes de eso comencé a ver que la gente recogía algunas cosas y pensé que iba a llover o algo. La gente comenzó a desalojar en cuestión de minutos. Casi en el momento en que bajé pasó el tren. Yo me quedé sorprendida, ni siquiera avisó, obviamente me shockeó, un segundo más ahí y seguro me pegaba. Pero me fascinó, luego que pasó el tren la gente volvió a poner sus cosas y siguieron con su rutina. A partir de entonces me pasé explorando, hablando con la gente, viendo el entorno y cómo se desarrollaban las actividades que se llevaban en la vía del tren. Las vías eran como cualquier kiosco de México. La gente hacia su vida social, comidas, platicaba con amigos, había hasta teles.
¿Fue algo fortuito?
Exacto. Esa es la magia de la fotografía, la cámara te abre tantos caminos que a lo mejor no se hubieran explorado si no trajeras una cámara.
Gran parte de mi trabajo se desarrolla en el tránsito de las personas y yo creo que es lo que tiene en común tal vez mi trabajo. Tanto en los músicos, cómo llegaron, cuál ha sido su trayectoria, su transición; lo de los inmigrantes que he estado fotografiando mas cinematográficamente; el tren, cómo llegó esa comunidad a asentarse ahí, cómo algo que era antes fructífero y símbolo de riqueza y bienestar ahora es lo contrario. Uno piensa ¿cómo se puede vivir en esta situación tan precaria? Creo que ese es el factor común en mi trabajo.
Las fotografías de Paola Núñez versan sobre imaginarios sociales y mundos en una permanente evolución.
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Paola Núñez ha sido finalista y ganadora de varios reconocimientos internacionales, entre ellos, el segundo Premio del Julia Margaret Cameron Award, Medalla de plata en Prix de la Photographie Paris en 2011, finalista en Exposure, finalista Havana Times y delPDN-National Geographic concurso World in Focus. En 2013 exhibí en la ciudad de Nueva York mi proyecto Serenata a Nueva York.
Su trabajo ha sido publicado en diversos medios como, la revista Cuartoscuro, The New York Times, EL PAIS, BBC, BBC Mundo, RTVE, American Photo, , PDN, NBC, COSMO, Popular Mechanics, Havana Times y One Life Photobook, asi como en sitios web alrededor del mundo.
Su serie La vida entre vías, que encabeza esta entrevista, está publicada en el número 134 de la revista Cuartoscuro junto a un texto de su autoría.