EL PRIVILEGIO DE LA MEMORIA
Texto: Ana Luisa Anza
Prohibido el paso, nos señala la portada. Ésa es la señal para empezar a hojear un libro-catálogo que recopila lo que los fotoperiodistas de Sinaloa atrapan de su realidad actual, su manera de describir el medio en que se mueven, de interpretar lo relevante para quienes no estamos ahí.
El privilegio de la memoria. Fotoperiodismo contemporáneo de Sinaloa es una oportunidad de adentrarse en la sociedad sinaloense, en su acontecer cotidiano, pero también de entender qué es “lo importante”, lo que hace que cada día sea distinto, si tomamos en cuenta lo que los medios eligen para sus páginas.
Incluyente, esta selección nos muestra el pasar de la vida cotidiana, condiciones sociales que lastiman, fiestas y artes que nos hacen reconocernos, actos de fe que nos hermanan y otros que los distinguen porque quienes son objeto de adoración son propios del lugar, y deportes que nos remiten a una historia de triunfos en el pasado de este estado del noroeste mexicano.
Pero ahí está la Sinaloa del imaginario actual, el inevitable: el de la violencia que enrarece el paisaje nacional, el de las paredes decoradas de bala, el de los cristales atravesados por una ráfaga, el de la sangre esparcida en la tierra.
¿Será que hace tanto tiempo que forma parte de lo cotidiano que encontraron otras formas de hablarlo? Porque si bien están las imágenes crudas de la muerte en pleno, es claro que los fotoperiodistas de Sinaloa han encontrado diferentes maneras de mostrar: el hilillo de sangre que se desliza por una mano inerte, los pies que salen de un cuerpo atado a una manta, un bolso dejado en la escena de un crimen…
Nos muestran también, y es muy importante, las huellas que la violencia deja. Ahí está mirada del niño –¿miedo, desconfianza?– que voltea hacia un oficial que no vemos pero sabemos indiferente, la angustia de una noticia, el dolor de quienes se quedan.
Qué importante conocer y reconocer el quehacer de esa “infantería” –como los autores llaman a los integrantes del gremio– en el catálogo que sirve como memoria de la exposición montada en la galería Antonio López Sáenz en 2013, organizada por el Instituto Sinaloense de Cultura en 2013.
Ahí puede verse reunida una interesante selección de imágenes de los fotoperiodistas Roberto Armenta, Fernando Brito, Luis Alberto Brito, Arturo Contreras, Iván Contreras, Alejandro Cortés, Juan Carlos Cruz, Leo Espinoza, Marina García, Pedro Guevara, Eduardo Reséndiz, Gladys Serrano, Enrique Serrato, Eloy Valtierra y Pascual Rico quien, aunque no se dedica al oficio, fue incluido en la muestra,
El catálogo, que vale la pena conseguir y conservar, se realizó bajo la coordinación editorial de Guadalupe Aguilar, con la investigación de Héctor Orozco, Stephanie Cortés y Jonás Cortés, y curaduría y textos de Orozco.