CUEROS VIEJOS
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El proyecto nació de dos retratos callejeros que el fotógrafo Óscar Rosco realizó, imágenes que según él lo inspiraron. «A partir de ellas empecé a realizar una serie de imágenes en las que buscaba congelar algo de la esencia de cada individuo fotografiado», dice.
Poco a poco, según cuenta, las personas escogidas para el proyecto fueron dando forma y vida al mismo. Desde tatuadores, fotógrafos, un ‘lutier’ japonés que se dedica a construir guitarras flamencas y también un ex atracador de bancos de los años 80 de Barcelona, todos retratos, cueros viejos.
Cueros Viejos es un trabajo humanista que habla sobre las experiencias individuales y el paso del tiempo. De ahí proviene el nombre, como dice el fotógrafo «cuero es piel, en la piel las arrugas, en las arrugas las experiencias y las experiencias son capsulas de contención del tiempo».
Si te interesa contactarlo lo puedes encontrar en Facebook como: oscarroscophotography
