AQUI NO EXISTE LA QUIETUD
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A la obra de Sánchez Uribe se le ha reconocido como fotografía construida pero esta noción puede ser extensa y ambigua como lo permita nuestra razón, no podemos señalar su trabajo a partir de un género fotográfico y presumir entenderlo.
Tratar de explicar el trabajo de Jesús Sánchez Uribe sería pretender introducirme en su pensamiento y en su sentir, sería buscar entender cómo estructura una lógica de más allá de lo fotográfico, más allá de la ficción y todo proceso de lectura sería distante del significado autentico planteado por el autor.(…)
Una constante en las imágenes de Sánchez Uribe son las composiciones de naturalezas muertas que mantiene una particularidad como firma de autor: la de distanciarlas de la sensación de lo inerte atribuyéndoles una historia particular que pareciera restituir la vida a esos objetos; historias que fluyen por distinto cauce en el pensamiento de cada espectador sin detenerse en la imagen registrada, por lo que la grandeza de su obra fotográfica no radica en la cualidad idexial, sino en la simbólica.
De ahí que las imágenes que obtiene lejos de remitirnos a la afirmación de Barthes, “ la fotografía como analogon perfecto de la realidad”, tiene el atrevimiento de traspasarla; son imágenes que atraviesan la realidad, la hieren. Y es en la herida donde comienza su posible lectura, a partir de un eje que propone el autor recubre signos que planea para la construcción meticulosa de la escena, los cuales tendrán sentido solo en la imagen final. (…)
Sánchez Uribe rompe con el automatismo de la cámara como condición fotográfica y, a pesar de una aplicación perfecta de la técnica fotográfica (sistema de zonas, impresión fina y utilización de cámara de gran formato para obtener le máximo detalle), no se pueden concebir sus imágenes como frías o distantes. Al contrario nos hablan de un autor que se relaciona de manera profunda con la vida; cada elemento empleado la disposición en el encuadre, la intervención en la escena, lleva una carga de sensualidad que se manifiesta en el resultado final.
Fragmento del texto escrito por Irene Barajas para la exposición «Aquí no existe la quietud. Fotografía. Jesús Sánchez Uribe.» Permenece en 12 Casa de la Imprenta de América, Lic. Primo Verdad 10, esq. con Moneda, Centro Histórico, DF, hasta el 21 de febrero. Horarios: lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas, sábado, 10:00 a 15:00 horas.
