INSTANTES EXTRAORDINARIOS
La recién inaugurada colección fotográfica «Instantes Extraordinarios, Journey’s of everyday lives» se exhibirá hasta el 6 de enero de 2014 en el Andador Cultural Álvaro Obregón de la Ciudad de México.
La muestra se compone de imágenes de 10 fotógrafos editoriales en México, quienes plasmaron su creatividad, estilo fotográfico y sensaciones en 25 fotografías que reflejan cómo la vida es más grande cuando alguien te respalda; la fotografía número 26 corresponde a una convocatoria abierta que fue elegida mediante el fanpage de American Express y el sitio instantesextraordinarios.com
Los fotógrafos profesionales que participaron en la colección son Gregory Allen, Ramiro Chávez, Toni François, Gudinni, Ana Hop, Ana Lorenzana, Fernando Marroquín, Óscar Turco, Antonio Yussif y Fabiola Zamora, quienes a través de la visión personal de su lente reflejaron diversas experiencias de la vida diaria, así como también momentos especiales y emociones en los que el apoyo incondicional de alguien se convirtió en el facilitador de un instante extraordinario.
“Puede ser desde la sonrisa de un niño que vive una aventura, o un atardecer con tus amigos, el abrazo de tu padre, la emoción de estar cerca de un objeto de deseo o hasta el hecho de llegar a un lugar que parece inalcanzable. Los detalles más pequeños pueden ser extraordinarios si elegimos verlos y vivirlos con detenimiento y si tenemos detrás a alguien que cree en nosotros», dijo durante la inauguración José María Zas, presidente y director general de American Express México, empresa que organizó la muestra en colaboración con Editorial Televisa.
El fotógrafo Ramiro Cháves, mencionó que “extraordinario puede ser un pequeño momento cotidiano en el cual la vida revela su inmensidad de posibilidades. Para que una foto cautive tiene que guardar, a través de la luz o algún detalle, cierto enigma sobre lo que significa estar vivo”, mientras que Fernando Marroquín, quien también participó en la colección fotográfica, explicó que “un instante extraordinario es entrar al cuarto de Amelia, mi hija, con Mariana mi esposa cada mañana y encontrarla sonriendo”.