LAS FLORES DEL MAL
Las flores del mal
Fotografías de Patricia Aridjis
Texto de Ana Luisa Anza
Están debajo del caparazón de plástico. Orugas gigantes de hule que, en sus entrañas, ocultan rosa, crisantemos, claveles y gladiolas. Un estallido de colores para quien osa asomarse al interior de los invernaderos de los floricultores de Villa Guerrero.
Entre las hileras de pétalos, sépalos, tallas y hojas multiformes, los habitantes del municipio mexiquense que se enorgullece de tener el primer lugar en flor de corte del país, hombres, mujeres y niños -familias completas- riegan, cuidan, cortan, deshierban, fertilizan y fumigan.
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