CREATIVIDAD POR EL BIEN COMÚN
Dió inicio ayer la feria Bonus Creative Week, en la Ciudad de México, organizando tres días intensivos de conferencias magistrales, talleres, muestras y un mercado de diseño que presenta algunas de las propuestas más frescas de las empresas culturales, de diseño y de industrias creativas que se están gestando en México.
Fernando Etulain imparte el taller de foto «Tipologías documentadas, Fotografía Contemporánea», en donde propone una dinámica de observación del lugar emblemático donde se lleva a cabo el foro, Tlatelolco, caminando la unidad con su cámara en mano, y haciendo uso del medio que tengan a su alcance, ya sea una cámara profesional digital o incluso de celular, aprovechando las nuevas tecnologías para reflexionar sobre la utilización de la imagen y su creación como medio de conexión con el entorno.
Dentro del mismo, mañana será día de retratos, montando un set de iluminación sencillo y un ciclorama para el transeúnte que quiera posar para la foto.
La idea es que la producción que del taller salga, sometida a una curaduría, sea parte de un blog en principio, para después sacar pequeñas ediciones a un costo simbólico que más que volverse una mercancía, se propone como un medio de difusión tanto del trabajo en el taller como del festival donde surge, haciendo hincapié en la premisa de compartir ideas que tiene el foro.
En las ponencias desarrolladas a lo largo de la tarde, se abordaron temas concernientes a las industrias culturales, su estado actual y algunas propuestas de desarrollo tanto para proyectos culturales como medioambientales y de planeación urbanística, impartida por Alberto Kalach, arquitecto y encargado del proyecto Atlas de Proyectos para la Ciudad de México, proponiendo modelos de recuperación y aprovechamiento de los recursos naturales, del espacio público y de reforestación en la ciudad, contrarestando los graves efectos que ha provocado la sobrepoblación, el cambio climático y el vaciamiento de las riquezas del suelo.
La apuesta por el pensamiento creativo es ya la industria del presente pero sobretodo del futuro, en donde la idea de pensamiento lógico y racional y el automatismo del trabajo se agotaron, según el director de Human and Cultural Insights de Coca Cola, Tom Laforge, posicionando al hombre como numero uno responsable de generar ideas que contribuyan al desarrollo de la humanidad, en contraposición con el posicionamiento de la tecnología -la máquina- que ha suplantado las labores humanas, vaciando de sentido el lado creativo del trabajo, y, reitera Tom, la máquina no posee la cualidad más importante del espíritu humano: la imaginación.
El economista Ernesto Piedras, director general de Nomismae, asegura que las industrias culturales aportan actualmente al país 7% del P.I.B., cuando solo necesitan el 3.5% de inversión para su producción, generando el doble en ganancias, ocupando la cuarta posición en cuanto a productividad del país se refiere, desechando la idea de que la productividad reside solo en las ingenierías y las ciencias exactas, quienes generan lo mismo que consumen para su mantenimiento, por lo que el foro propone que se desarrollen las políticas necesarias para crear industrias que generen bienes culturales y esto sea una vía para alcanzar el bienestar de la población, apostando a la competitividad y a una economía que más que sobreproducir y devastar, emplea inteligentemente sus recursos tanto materiales, naturales y creativos en pro de una sociedad más amigable para sí misma y con el entorno.
Fernando Etulain imparte el taller de foto «Tipologías documentadas, Fotografía Contemporánea», en donde propone una dinámica de observación del lugar emblemático donde se lleva a cabo el foro, Tlatelolco, caminando la unidad con su cámara en mano, y haciendo uso del medio que tengan a su alcance, ya sea una cámara profesional digital o incluso de celular, aprovechando las nuevas tecnologías para reflexionar sobre la utilización de la imagen y su creación como medio de conexión con el entorno.
Dentro del mismo, mañana será día de retratos, montando un set de iluminación sencillo y un ciclorama para el transeúnte que quiera posar para la foto.
La idea es que la producción que del taller salga, sometida a una curaduría, sea parte de un blog en principio, para después sacar pequeñas ediciones a un costo simbólico que más que volverse una mercancía, se propone como un medio de difusión tanto del trabajo en el taller como del festival donde surge, haciendo hincapié en la premisa de compartir ideas que tiene el foro.
En las ponencias desarrolladas a lo largo de la tarde, se abordaron temas concernientes a las industrias culturales, su estado actual y algunas propuestas de desarrollo tanto para proyectos culturales como medioambientales y de planeación urbanística, impartida por Alberto Kalach, arquitecto y encargado del proyecto Atlas de Proyectos para la Ciudad de México, proponiendo modelos de recuperación y aprovechamiento de los recursos naturales, del espacio público y de reforestación en la ciudad, contrarestando los graves efectos que ha provocado la sobrepoblación, el cambio climático y el vaciamiento de las riquezas del suelo.
La apuesta por el pensamiento creativo es ya la industria del presente pero sobretodo del futuro, en donde la idea de pensamiento lógico y racional y el automatismo del trabajo se agotaron, según el director de Human and Cultural Insights de Coca Cola, Tom Laforge, posicionando al hombre como numero uno responsable de generar ideas que contribuyan al desarrollo de la humanidad, en contraposición con el posicionamiento de la tecnología -la máquina- que ha suplantado las labores humanas, vaciando de sentido el lado creativo del trabajo, y, reitera Tom, la máquina no posee la cualidad más importante del espíritu humano: la imaginación.
El economista Ernesto Piedras, director general de Nomismae, asegura que las industrias culturales aportan actualmente al país 7% del P.I.B., cuando solo necesitan el 3.5% de inversión para su producción, generando el doble en ganancias, ocupando la cuarta posición en cuanto a productividad del país se refiere, desechando la idea de que la productividad reside solo en las ingenierías y las ciencias exactas, quienes generan lo mismo que consumen para su mantenimiento, por lo que el foro propone que se desarrollen las políticas necesarias para crear industrias que generen bienes culturales y esto sea una vía para alcanzar el bienestar de la población, apostando a la competitividad y a una economía que más que sobreproducir y devastar, emplea inteligentemente sus recursos tanto materiales, naturales y creativos en pro de una sociedad más amigable para sí misma y con el entorno.