80 AÑOS DE FOTOPERIODISMO
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Julio Mayo ha sido fotógrafo por 80 años y este 18 de octubre cumple 97 años de edad, de los cuales 50 los ha dedicado ininterrumpidamente al fotoperiodismo. En la celebración espera tomar un par de rollos, y como lo ha hecho a lo largo de su carrera, revelará e imprimirá las imágenes del festejo. No se cansa de tomar fotografías.
Nada le duele, anda de arriba para abajo, es el sentido del oído el que más le ha dado «lata» pero ni así pierde la cualidad de ser un buen conversador. “No tengo ninguna queja de la vida”, expresa. Julio Mayo es además alguien que conserva el hábito de escribir cartas, algo remarcable en estos tiempos modernos.
A los 17 años comenzó su carrera bajo la guía de su hermano «Paco Mayo». Para alguien como él, quien en su oficio de fotógrafo tuvo varios acercamientos con la muerte, pocas, sin mencionar «ninguna», como él lo confesó, son las cosas que le producen temor. Se enlistó como voluntario para defender a la República española del avance del fascismo, fue fundador del batallón Alpino Juventud, en 1938 cayó prisionero en manos de la división italiana de Litorio; después de 3 años fue liberado.
Él es el último fotógrafo que perdura del colectivo de fotoperiodistas «Hermanos Mayo», conformado por Francisco, Cándido y Julio de Souza Fernández, así como Faustino y Pablo del Castillo Cubillas. “Me encuentro como un niño con zapatos nuevos al cumplir esta cantidad de años que nunca soñé tener”. Y con esperanza y gusto expresa que quiere llegar a la edad de cien.
Acerca del fotoperiodismo cree que —ha muerto de infarto, porque ahora cualquier persona con cámara se dice fotógrafo y eso no es así; antes— confiesa— la profesión fue bella, se conocía de óptica y química—. Con las cámaras de hoy se hacen miles de fotos “boca arriba, boca abajo y a ver si sirve… antes teníamos sólo 36 tiros, había que pensar la foto”, subraya.
No tiene fotos preferidas porque para él, la mejor foto “es la que se saca en el día y se entrega para su publicación.” Convivió con decenas de fotógrafos pero tiene presente su amistad con Ismael Casasola: “platicábamos mucho, nos complementábamos”. Ya luego se hizo frecuente la convivencia con jóvenes fotógrafos como Pedro Valtierra de quien se expresa de la siguiente manera, “se destacó por ser un muchacho de trato amable, que tenía la facultad de hablar sin presunción, destacado en los eventos que cubrió de las guerrillas en Centroamérica”.
Recuerda su incursión en el cine, en Madrid; trabajo como fotógrafo de fotografía fija para los estudios “Charmartín”, esa experiencia le permitió convivir en México con estrellas del cine de oro como María Félix, Pedro Infante, las Hermanas Aguirre, Lilia Prado y Silvia Pinal
El colectivo de los Hermanos Mayo generó cerca de 5 millones de negativos los cuales se encuentran resguardaos en el Archivo General de la Nación. Fue un hecho atinado, según cuenta, porque investigadores mexicanos pueden trabajar ahora con el archivo y descubrir nuevos senderos del trabajo de «los Mayo».
Julio Mayo expresa que los fotógrafos que integraban el colectivo siempre trabajaron con independencia, hicieron relaciones con diferentes actores y personalidades sociales y dice “éramos políticos en el sentido de entender la política, pero no éramos políticos”. Aprovechó para manifestar su indignación por la desaparición de los 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Iguala, Guerrero.
Ahora está ocupado en los preparativos de la celebración de su 97 aniversario, que celebrará este 18 de octubre en su casa de Atlixco, Puebla. Ya mandó traer queso manchego, «¡directamente de La Mancha!», dice emocionado, y tartas de Santiago de Compostela, también tiene pensado ofrecer paella a sus invitados y aclara que “no va a faltar el pulque”.
De su hombro siempre cuelga una cámara así que “el sábado espero tirar un par de rollos, revelarlos e imprimirlos” y es que con nostalgia recuerda que en el laboratorio estaba el secreto del fotoperiodista.
Una y otra vez reitera su agradecimiento por el país que lo acogió en los años aciagos de la República española y lo extiende también al general Lázaro Cárdenas. A su muerte lo que quiere es que sus cenizas «se rieguen en sus campos y montañas». Para esto creemos que todavía le falta.
Actualmente se presenta la exposición Los braceros, vistos por los Hermanos Mayo en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos de Puebla, la cual permanecerá abierta hasta febrero de 2015.
Personajes como Julio Mayo -y el Colectivo Hermanos Mayo en general con Paco Mayo a la cabeza- son íconos del fotoperiodismo en México, que han dejado, y dejan, una huella indeleble a través de sus imágenes fotográficas de los acontecimientos que marcaron a nuestro país. «Españoles muy mexicanos» porque en estas dos naciones dejaron su amor, su compromiso y su lealtad a las causas más profundas de la humanidad.
Hoy celebramos el aniversario número 97 del natalicio de Julio Mayo y levanto mi copa para decir Salud a esta gran persona, en espera y con el deseo de decírselo de viva voz.