VOY A PASO VELOZ. ENTREVISTA CON AMALIA GAMIO.
Por David Polo
Amalia Gamio, médico de profesión y con posgrado en Derechos Humanos, se decidió a incursionar en la fotografía luego de desarrollar toda una carrera en el ámbito profesional. Tras su jubilación se ha dedicado de lleno a una nueva trayectoria en la fotografía, que le ha rendido frutos al poder exponer su trabajo en sedes como la Casa de la Cultura Oaxaqueña o el Center for Fine Art Photography, en Colorado, Estados Unidos. En entrevista para Cuartoscuro, Amalia comenta: «Mi incursión en la fotografía es bastante reciente. Yo llegué muy tarde a esto de la fotografía, pero es un poco como decir que nunca es tarde cuando tienes una inquietud en la vida. Empecé en el 2000, pero ya de lleno en 2011, por eso yo siempre he dicho que como llegué tarde a la fotografía he tenido que caminar a paso veloz, he aprendido que no sólo tomando cursos se aprende sobre algo, sino también investigo, pregunto, pongo en práctica…»
Cuartoscuro: Tu transición de la medicina a los derechos humanos y a la fotografía parece un cambio hasta cierto punto radical.
Amalia: Yo no lo siento, tal vez a primera vez parezca un cambio radical, pero en la realidad si te das cuenta todo tiene que ver con el humanismo. Para mi la fotografía ha sido un conjunto de este estar inmersa en el enfoque humanista, en estar en contacto con el ser humano y así es como me gusta la fotografía. Mi obra la defino como muy cercana al ser humano, me gusta tomar fotografías más de la gente que de otra cosa, claro, me gusta todo tipo de fotografía, pero yo siento que no es tan alejada una cosa de otra, por ejemplo, eso de los derechos humanos me llevó a fotografiar mentalmente cuando sólo me dedicaba a eso. Creo que es una misma línea de estar cerca del ser humano.
CO: ¿Desde antes de hacer fotografía tu ya venías practicando, aunque fuera mentalmente?
Te decía que siempre me gustó la fotografía, siempre me acercaba a las exposiciones, trataba de leer, pero efectivamente yo tomaba como fotografías mentales de toda mi trayectoria, desde la medicina, que desde un punto de vista fotográfico es muy interesante y de ahí me vienen muchas ideas que ya tenía de alguna manera cocinadas sin darme bien cuenta.
CO: ¿Ahora ya lo puedes mirar con una visión fotográfica?
Exactamente, siempre lo vi con un enfoque como de derechos humanos, pero ahora lo veo desde un punto de vista fotográfico exactamente y creo que es un material muy interesante y que une las tres cosas en las que yo he incursionado, fui médico, sigo siendo defensora de derechos humanos y ahora absolutamente soy fotógrafa.
CO: ¿Esto cómo se ve reflejado en tu obra?
Yo siento que mi fotografía tiene mucho que ver con la gente, me gusta más que nada tomar a la gente y tomarme a mi misma como parte de mis motivos, por decirlo entre comillas, me parece que la fotografía tiene un fondo muy importante de psicoanálisis a través del cual puedes analizar los sentimientos de la gente , a través de esas miradas, a través de las manos. Mi fotografía tiene que ver absolutamente con el ser humano y con todas las implicaciones que como análisis psicológico podría implicar, en acercarse a la gente, no solamente para tratar de captar su retrato, por decirlo así, sino para tratar de captar sus pensamientos, sus sentimientos, sus emociones, y no solo a la gente que me rodea, sino a la gente que no conozco, con la que me gusta hablar en los mercados, en los pueblos e incluso conmigo misma, como una forma de análisis del alma y de las emociones.
CO: ¿La fotografía para una búsqueda introspectiva?
Si, exactamente, de los sentimientos, de la nostalgia, sobre todo en mi misma, pero en la gente en general. Algo de lo más importante es tratar a la gente, conocerla, hacerse invisible antes de fotografiar. Me gusta interpretar lo que pueden decirme los ojos, las manos, el entorno, la casa, sus implementos de trabajo. Acercarse al ser humano es lo más interesante y los más maravilloso que hay, este es el enfoque que le quiero dar a mi fotografía
CO: ¿A qué has tenido que enfrentarte como fotógrafa durante tu trayectoria?
Me he enfrentado a gente, a maestros y a compañeros que han sido tremendamente comprensivos conmigo. Podría esperarse a que, como en todos los gremios, me encontrara con cierto egoísmo, cierta falta de sensibilidad, pero en mi caso ha sido todo lo contrario. Mis maestros fotógrafos han entendido este esfuerzo que ya hago por haber empezado tarde y este amor que tengo por la fotografía, y más que enfrentarme me he encontrado con una gran solidaridad, un gran apoyo y muchas ganas de enseñarme. Muchos fotógrafos me han ayudado muy desinteresadamente y eso ha sido un descubrimiento muy satisfactorio para mi, porque en otros medios en los que he estado me enfrenté con muchos obstáculos de la gente que por envidias o por cualquier otra cosa no te ayuda, y este no ha sido en lo absoluto el caso en la fotografía. Si me he tenido que enfrentar, por decirlo de alguna manera a darme cuenta de lo mucho que hay que aprender en fotografía, es decir, es realmente aterrador ver todo lo que me falta por comprender de este arte, conforme avanzo me doy cuenta de lo mucho que tengo que seguir aprendiendo, yo creo que tengo la ventaja de que amo la fotografía y que mi tiempo ahora esta completamente dedicado a eso, es decir, yo no vivo de la fotografía, pero de ninguna manera lo considero un pasatiempo, me asumo completamente como fotógrafa y lo que desde luego entiendo y me queda claro es que tengo que seguir aprendiendo día a día.
Resumiendo, mi trabajo fotográfico tiene que ver con la memoria, con la nostalgia, con la melancolía y con la soledad y trato de conceptualizarlo con las personas a las que me acerco. Es un medio para comunicarme con otros y conmigo misma.
CO: Mencionabas que la fotografía es arte.
Esto de que si es arte o no es arte es una discusión tan vieja como la fotografía misma. Yo estoy absolutamente convencida de que es arte. La foto no tiene que ver con el instrumento, yo creo que tiene que ver con lo que estás haciendo, con los proyectos que elabores, con como los piensas, porque para eso se necesita arte. Yo pienso, como oí decir alguna vez a Pedro Valtierra, que la fotografía se hace con el corazón y la mente y no con disparos digitales (en mi caso yo soy fotógrafa análoga). Por supuesto que es un arte en todo el sentido si entendemos como arte a lo que crea el ser humano a través de las manos, del sentimiento, de la creación en general, de pensar las cosas y de vivirlas. No tengo la menor duda de que es un arte, y en última instancia no creo que venga al caso la discusión, simplemente basta con ver lo que han hecho los grandes fotógrafos, como Cartier Bresson o Graciela Iturbide en México, es decir, basta con ver lo que te transmite para entender que definitivamente si es arte.
CO: Sobre la fotografía análoga.
Toda mi vida me gustó la idea de la fotografía análoga, y te estoy hablando de hace 40 años, y cuando por fin decidí, o pude incursionar en la fotografía, yo pensé que no había ninguna razón en que no incursionara a través de la fotografía análoga. Yo hago un simil: es como cuando una persona toda su vida deseó aprender esperanto y la gente le dice: “no, no aprendas esperanto, eso no es lo nuevo, ahora el mandarín es lo importante para los negocios y para el futuro”. Esa persona puede contestar: ”Pero yo lo que esperé toda mi vida es aprender esperanto y es lo que voy a hacer”. Toda mi vida me gustó la fotografía análoga y pensar que ya no era lo que estaba de moda no me detuvo. Incluso ahora hay toda una corriente que comienza a retomar los procesos antiguos.
CO: ¿Qué piensas del ambiente de la fotografía en México?
A pesar de que llevo poco tiempo, me ha tocado ver una cosa interesante: hasta hace como unos 6 años, cuando, me metí de lleno en la fotografía, había una especie de, por así decirlo, de olvido de la fotografía, había una dispersión, claro que había fotógrafos muy reconocidos y los sigue habiendo, pero no había esa idea de gremio, quizá el gremio de los fotógrafos documentalistas, de los fotoperiodistas, si había sido siempre unido, pero ahora lo que estoy viendo, y que es muy favorable para la fotografía, es que está esta corriente de la foto artística, que está entendiendo la importancia de estar unidos como gremio, están las tendencias de Ana Casas Broda y todas las personas que han salido de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, del seminario de fotografía contemporánea. En cierta manera ha habido ya mucho más empuje, se reabrió el Centro de la Imagen y se retomó el festival de Foto septiembre, que ahora se ve reanimado como Foto México. Yo si veo un resurgimiento de entender el arte a través del rescate y la difusión, le veo muy buenas perspectivas.
CO: Hay quien mira en este boom de la fotografía una enajenación de la función social que desempeña la fotografía propiamente.
Yo creo que si, creo que la fotografía “actual”, como le dicen ahora, tiene sus riesgos, y lo digo porque además soy una persona que me sigue gustando la fotografía de los grandes, de los viejos, pero si creo que tiene un riesgo muy grande en el sentido de que cada fotógrafo o artista en general contemporáneo quiere superar al anterior y a veces hay esta confusión en torno a qué es lo que está haciendo, del que está creando realmente algo y del que está tratando de superar al anterior. Personalmente creo que suceden cosas como la que pasó en aquel museo en Inglaterra, en la que la señora de la limpieza barrió una de las piezas de arte porque creyó que era basura, quizá eso es el extremo, pero si creo que hay un riesgo en esta tendencia de la foto actual a llegar a un extremo en el cual ya no se puede distinguir si lo que se hace es arte o si es algo aberrante con tal de superar a lo anterior. Se está perdiendo una línea de creación en torno a lo conceptual, es producir por producir.
Lee aquí la reseña que hicimos de su muestra Muertos míos
Puedes conocer más del trabajo de Amalia en su página amaliagamio.com