PAUL STRAND
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La ciudad de Nueva York vio nacer al fotógrafo Paul Strand (1890-1976), aquel hacedor de imágenes cotidianas que, durante seis décadas de trabajo intentó posicionar a la fotografía como forma de arte.
El contexto social político y económico en el que desarrolló su obra lo llevó a tener un preferencia por la ideología de izquierda y creía que la fotografía tiene una fuerte responsabilidad social.
“Strand llegó a creer que la función más perdurable de la fotografía y su trabajo como artista era para revelar la naturaleza esencial de la experiencia humana en un mundo cambiante”.
El fotógrafo era viajero. Buscaba siempre establecer un papel más amplio para la fotografía, pues creía que era el medio ideal para registrar el paso del tiempo y las cualidades específicas de los lugares.
Durante su etapa en México, de 1932 a 1934, retrató a sujetos anónimos. Además de que el tiempo que pasó en el extranjero tuvo una profunda influencia sobre él, profundizando su compromiso con la política de la izquierda.
Por la década de 1940, los libros se convertirían en forma preferida de Strand para presentar su trabajo, lo que refleja una síntesis de sus objetivos tanto como fotógrafo y cineasta, y le ofrece la oportunidad de crear retratos multifacéticos de la vida moderna.
En 1963, fue invitado a Ghana por invitación de Kwame Nkrumah, su primer presidente tras el fin de la dominación británica. Fascinado por la democracia de Ghana durante estos años, Strand estaba emocionado para fotografiar un lugar sometido a rápidos cambios políticos y la modernización. Vio la modernidad en los esfuerzos de una nueva nación independiente para trazar su futuro desenvolvimiento simultáneamente junto a los aspectos tradicionales de la cultura ghanesa.
Strand es considerado uno de los más grandes fotógrafos de la historia, retrató las sensibles microhistorias que encierran los rostros y la realidad social de su época.
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El contexto social político y económico en el que desarrolló su obra lo llevó a tener un preferencia por la ideología de izquierda y creía que la fotografía tiene una fuerte responsabilidad social.
“Strand llegó a creer que la función más perdurable de la fotografía y su trabajo como artista era para revelar la naturaleza esencial de la experiencia humana en un mundo cambiante”.
El fotógrafo era viajero. Buscaba siempre establecer un papel más amplio para la fotografía, pues creía que era el medio ideal para registrar el paso del tiempo y las cualidades específicas de los lugares.
Durante su etapa en México, de 1932 a 1934, retrató a sujetos anónimos. Además de que el tiempo que pasó en el extranjero tuvo una profunda influencia sobre él, profundizando su compromiso con la política de la izquierda.
Por la década de 1940, los libros se convertirían en forma preferida de Strand para presentar su trabajo, lo que refleja una síntesis de sus objetivos tanto como fotógrafo y cineasta, y le ofrece la oportunidad de crear retratos multifacéticos de la vida moderna.
En 1963, fue invitado a Ghana por invitación de Kwame Nkrumah, su primer presidente tras el fin de la dominación británica. Fascinado por la democracia de Ghana durante estos años, Strand estaba emocionado para fotografiar un lugar sometido a rápidos cambios políticos y la modernización. Vio la modernidad en los esfuerzos de una nueva nación independiente para trazar su futuro desenvolvimiento simultáneamente junto a los aspectos tradicionales de la cultura ghanesa.
Strand es considerado uno de los más grandes fotógrafos de la historia, retrató las sensibles microhistorias que encierran los rostros y la realidad social de su época.
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