MIGRACIÓN LLEGA AL CCT
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Cuartoscuro, con el apoyo de Fundación Bancomer, convocó a participar en el Concurso Nacional de Fotografía Cuartoscuro 2007 con el tema: Migración. El concurso contó con la participación de fotógrafos profesionales y aficionados de 19 de estados de la República. La inauguración se realizó en la Fototeca de Zacatecas y de ahí comenzó su itinerancia.
Ahora toca al Centro Cultural Tijuana cobijar la exposición que permanecerá expuesta en la Sala Central de Exposiciones del espacio cultural hasta finales de diciembre de 2014. Se puede visitar todos los días de 9:00 a 20:00. La entrada es libre.
Les dejamos un fragmento del texto del periodista Juan Pablo Becerra Acosta, publicado en la edición 84 de Cuartoscuro (junio- julio 2007) en torno al fenómeno migratorio.
Inmigrantes mexicanos ilegales
Por: Juan Pablo Becerra-Acosta M.
Mil 575 cada día. 65 cada hora. Uno por minuto…
Un mexicano cruza ilegalmente la frontera con Estados Unidos cada minuto.
Un mexicano que va huyendo de su miserable realidad.
Que va huyendo de su pobreza diaria.
Que va huyendo de rancherías, pueblos, poblados, o cinturones urbanos, donde cada día sobrevive con un máximo de dos dólares diarios, como le ocurre a más de veinte millones de mexicanos.
Mexicanos que van huyendo de un país que a lo largo de generaciones no ha podido ofrecerles una vida digna.
Mexicanos que no son pocos: cada año son -en promedio- 575 mil personas, de acuerdo a un reciente estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Durante el sexenio de Vicente Fox, sumaron tres millones 450 mil.
Inmigrantes mexicanos que huyen hacia Estados Unidos en busca de un mejor porvenir.
Que van soñando con una realidad distinta.
Que van soñando con una existencia diferente.
Que van soñando con su idílico american dream.
Un sueño que muchas veces termina en pesadilla americana: cada día -en promedio- uno de ellos muere en su temerario intento por cruzar la frontera.Son los inmigrantes ilegales mexicanos, tan cerca de México, tan cerca de Estados Unidos, jodidos siempre…
***
Llegan a Altar, Sonora, pueblo ubicado a poco más de cien kilómetros de la frontera con Estados Unidos, provenientes de todos los rincones del país: Guerrero, Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Veracruz…
Llegan a Altar, como llegan a cualquiera de los miles de puntos clandestinos por donde pueden cruzar hacia “el otro lado”, a lo largo de más de tres mil kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos.
Y ahí, en Altar, le dijeron al reportero, cuando fue enviado por Milenio Diario, que no saben nada. Que no saben de las gigantescas manifestaciones que se han efectuado en ciudades gringas para apoyar una Ley Migratoria que les permita regularizar su estancia en el país vecino. Que no saben de los debates que al respecto se efectúan en el Capitolio estadunidense. Que no saben de la televisión y la radio que les dedican numerosas horas de transmisiones. Que no saben que podrían ser tratados como criminales una vez que hayan cruzado la frontera. Que no saben nada…
O tal vez lo saben pero no lo quieren saber. Porque dicen que no les importan nada. Que no les importa recibir un balazo de los caza-inmigrantes. Que no les importa recibir golpes de un agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense. Que no les importa ser deportados una y otra vez. Que no les importa deshidratarse en el día o congelarse en la noche del desierto. Que no les importa ser mordidos por una víbora mortífera. Que no les importa ser picados por un escorpión letal. Que no les importa ser asaltados y vejados por coyotes, o por bajadores fronterizos (bajadores: los que violentamente les bajan, les quitan su dinero y sus pertenencias a los inmigrantes). Que no les importa que sus pueblos hayan quedado abandonados, poblaciones fantasmas sin hombres, pueblos fantasmas saturados de ancianos, pueblos fantasmas llenos de mujeres olvidadas, pueblos fantasmas repletos de hijos sin padres.
Que no, que no les importa nada. ¿Por qué?, explican:
“Si uno tuviera lo que desea, no arriesgaría la vida cruzando p’al otro lado…”
“De que da miedo ir para allá, da miedo; pero ni modo: no tenemos ni p’a sembrar…”
“Si ya me tocó morir allá, pus ya me tocó: es la pinche necesidad de uno…
“Si tuviera dinero no vendría aquí, a sufrir lástimas. Como de usted, que me anda preguntando de mi vida…”
“Uno se pone en manos de Dios, señor: la muerte llega cuando Él lo permite, no cuando lo matan a uno…”
“¿Que qué es peor, quedarse allá en el pueblo con la pobreza de uno o arriesgarse a morir cruzando? Usted ya sabe, p’a qué pregunta: ¿qué no me está viendo acá?…”
No olvides que puedes adquirir números atrasados de Cuartoscuro. Envía tu solicitud al correo: lallovizna@cuartoscuro.com
Centro Cultural Tijuana, Paseo de Los Héroes 9350, Zona Urbana Río, 22010 Tijuana, BC.
Abierta al público todo diciembre.
