México en el punto de Quiebre
Alex Cossío, Premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNPI
Por Anasella Acosta
La violencia es parte de la cotidianidad en México y la prensa tiende a mostrar lo más evidente. Este fotoperiodista, acostumbrado a tratar la violencia diariamente, nos presenta una visión más inquietante que nos invita a reflexionar sobre la temática desde un punto de vista distinto. La narrativa evoca al cine negro y tiene una gran contundencia, bajo este argumento el jurado integrado por Claudio Pérez de Chile, Gervasio Sánchez de España y Maya Goded de México decidió otorgar el Premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNPI (Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), en la categoría de Fotografía, al mexicano Alejandro Cossío (Los Mochis, Sinaloa 1974).
Cossío, quien desde hace 13 años se dedica al fotoperiodismo y desde entonces trabaja para el Semanario Zeta en Tijuana, Baja California, cubriendo todo tipo de sucesos noticiosos —entre estos los casos de violencia generados por el crimen organizado— conversó con Cuartoscuro sobre la serie fotográfica México en el punto de quiebre que le mereció el reconocimiento por parte del organismo que fundó el escritor y periodista Gabriel García Márquez.
¿Por qué México en el punto de quiebre?
Estamos ante un punto en el que tal vez nos acercamos a un colapso, muchas zonas parecen ingobernables. Tijuana por el momento se ha tranquilizado, no podemos pronosticar que va a seguir así, pero en otros lugares la situación se ha puesto cada vez peor: Juárez, Nuevo León, Sinaloa, Michoacán. Todas las fotos que tomé son de Tijuana, pero lo contextualizo en todo el país. Me parece muy trágico que estemos en ese punto de quiebre.
¿Qué criterios prevalecieron en la selección de este trabajo?
El gusto por ciertas fotos y el tratar de organizarlas para hilar una historia. Por supuesto que algunas fotos que pudieron ser muy buenas tuvieron que quedar fuera porque a la hora de editar fotografía tienes que ser estricto y decir “esta foto aunque sea muy buena brinca en la historia y no me deja darle seguimiento”. Traté de contar más o menos lo que pasa con la conjunción de las doce imágenes.
Hay imágenes muy fuertes en la serie, pero no necesariamente sangrientas, entiendo que lo hiciste con premeditación
No precisamente, pero ahora que lo dices tal vez en mi subconsciente rechacé fotos muy obvias, tal vez hay dos o tres que sí lo son, pero las consideré necesarias para contar lo que quería.
¿Por qué elegiste trabajar en Semanario Zeta?
Siempre me latió ese tipo de foto documental en la que puedes señalar una crítica social. En Zeta siempre me gustó cómo publicaban el tamaño de las foto, la calidad, el crédito que se le daba al fotógrafo, todo eso lo considero importante.
El primer medio en el que pido trabajo es Zeta y me lo dan porque precisamente estaban buscando a alguien en ese momento, y ha significado para mí mucho aprendizaje, aprendizaje rudo, aunque sean cosas negativas como los atentados, aunque no fueron directamente contra mí. De todo eso aprendes porque vives situaciones demasiado tensas y quieras o no si llegas a repensar y decir “¿qué estoy haciendo aquí?” Pero es normal, a todos nos llegan esas dudas.
En 2007-2008, años en los que fueron captadas las imágenes que integran la serie, ¿cuáles eran las amenazas que enfrentabas en tu trabajo cotidiano?
En lo particular nunca me sentí amenazado por nadie. Sí me sucedía de repente lo común: que de pronto se enoja la Policía Ministerial porque tomaste una foto y te quieren arrestar. Más bien sentía, como toda la ciudadanía, un miedo a toparme con una balacera en la calle, porque en 2008 las balaceras y los muertos se daban casi a diario.
Por qué tener que salir a la calle si estás arriesgando tu vida, ¿cuáles eran o son los motivos que te impulsan a hacerlo?
Pues es que esa es la labor, eso es lo que escogí para trabajar. La base del periodismo es informar, ir al lugar de los hechos y con mi cámara informarle a la comunidad, al país, al mundo, a donde fueran las fotos qué es lo que está pasando. Escogí estar en eso.
Aun a costa de tu vida
Mira, yo te soy sincero, no hay ninguna foto, ninguna nota, que valga la vida. Tomé fotos en las que no estaba en riesgo mi vida y siento que sí valían la pena, pero si siento que una foto me va a costar la vida, la verdad no la tomo, porque la vida es mi principal herramienta de trabajo y si no la tengo pues no hay nada más.
¿Cuál es tu opinión acerca de que los periodistas en provincia están silenciados?
Eso se dice, en caso de que así sea no los culpo, probablemente sientan miedo de que les puedan hacer algo, más que a ellos, a su familia. Es lamentable y triste que no halla los mecanismos a corto plazo para poder defenderlos y dejar que se expresen libremente, están amenazados por el crimen organizado.
¿Es misión imposible realizar buen periodismo en las condiciones actuales?
Hay regiones en las que tal vez sí, que es muy difícil realizar un periodismo totalmente libre, porque hay lugares que se vuelven ingobernables; si a un mismo alcalde lo levantan, lo secuestran y lo matan con la mano en la cintura imagínate que puede hacer un periodista que ahí anda solo en su carro y va para todas partes.
En esta guerra donde no se ubica muy bien a las parte en conflicto: crimen organizado, policías municipales, federales, militares… ¿dónde tendría que ubicarse el periodista?
No debe estar de lado de nadie, tampoco aislarse porque si no, no le va a llegar información de ningún lado. Creo que debe ser muy cauto, muy astuto, sagaz, inteligente para saber por dónde va pisando. Creo que la mejor arma es saber con quién habla o con quien no, pero no se debe de ir de lado de nadie; debe estar en el lado de su labor que es informar.
¿Divulgar fotografías de la violencia es hacer apología de la misma?
Es un error. No quiero decir que todos los días vamos a inundar las primeras planas con fotografías de ejecutados, creo que cada redacción y dirección debe evaluar que fotos sí o no, y no siempre estarlas sacando, porque tampoco creo que sea necesario, pero no publicarlas jamás es un error, le darías la espalda a la información, como si no pasara nada. Aunque las personas se sientan saturadas tenemos que seguir insistiendo porque es una especie de presión, los medios somos eso, grupos de presión señalando cosas que no están correctas, es nuestra obligación darle cobertura a ese tipo de cosas, ya cada quien en lo particular sabrá cómo tomar sus imágenes, eso ya es muy diferente.
¿Has sentido miedo mientras estás trabajando?
Si sientes miedo te paralizas y no puedes hacer nada, es algo natural pero debes tratar de no sentirlo… Sí debes ser muy cauto en tu vida diaria, porque sabemos lo que estamos cubriendo.
¿Cómo te cuidas?
Tengo una vida completamente normal. Sí de repente cuando sales y entras en algún lugar esos ojitos voltean para un lado, para el otro… Tal vez tomar rutas alternas cuando vas a algún lugar que frecuentas, hay muchas maneras de cuidarse uno mismo. Pero cuando te quieran hacer algo, si alguna cosa les molestó, te lo van a hacer, estoy consciente de eso.
¿Cuál es tu preocupación como periodista y mexicano?
Mi preocupación es ésta que expreso en mi trabajo, que México se está acercando a un punto de quiebre y por eso la señalo. Me dio gusto que saliera premiado porque al trabajo se la ha dado difusión y si se publica, como que la gente reacciona un poco. Es muy difícil que en un país desaparezca la violencia, en Estados Unidos, siendo un país del primer mundo, hay un montón de muertos sólo que no lo reportan. Si mi trabajo provoca alguna reflexión me doy por bien servido.