Los archivos y su papel en la construcción de la memoria cultural

En un mundo donde la información circula a gran velocidad, los archivos se han convertido en los guardianes de la memoria histórica y cultural. En ellos se encuentra el testimonio de lo que ha ocurrido, no solo en la vida de personas y familias, sino también en las instituciones que han marcado el rumbo de un país. Abel Luis Roque, director del Archivo General de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), subraya la relevancia de estos espacios como elementos fundamentales para la construcción de la identidad en México. Según Roque, «los archivos son una parte indispensable en la construcción de la vida democrática», pues son la evidencia de los procesos históricos que definen a una nación.

Un claro ejemplo de esta importancia lo constituye el archivo del periódico unomásuno, que abarca desde 1977 hasta 1997. Este archivo, resguardado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, no solo es un testimonio del periodismo independiente en México, sino también un referente clave en la transición democrática del país. Durante estas dos décadas, unomásuno documentó los cambios políticos y sociales más importantes, sirviendo como una fuente valiosa para investigadores y periodistas interesados en comprender el proceso de democratización del país. La colección completa de este periódico fue donada en 2012 por Ernestina Hernández Solano y fue resguardada en el Archivo General de la UAEH, que se encarga de preservar y difundir este patrimonio documental.

© Pedro Valtierra

Sin embargo, la conservación de estos archivos históricos enfrenta desafíos importantes, sobre todo en la era digital. La digitalización se presenta como una herramienta esencial para garantizar la preservación y el acceso a esta información, pero también presenta sus propios obstáculos, como la falta de espacio en los servidores y la obsolescencia tecnológica. A medida que se generan enormes volúmenes de información en un entorno digital, muchas veces los archivos más antiguos corren el riesgo de ser eliminados cuando se llena el espacio disponible en los servidores. Esto subraya la necesidad de mantener tanto los documentos físicos como sus versiones digitales para asegurar una preservación integral.

Abel Luis Roque destaca que la digitalización y la conservación física deben ser vistas como medidas complementarias. «La tendencia actual es unir el concepto de biblioteca, archivo y museo en un solo espacio de conocimiento», explica, lo que implica que los archivos no solo deben ser vistos como depósitos de información, sino como espacios dinámicos que faciliten el acceso y la consulta. La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, por ejemplo, ha recibido diversas donaciones de fondos documentales que enriquecen su acervo, y se posiciona como un centro clave para la conservación y difusión de patrimonio documental.

© Pedro Valtierra

Además, la reforma constitucional de 2014 en materia de transparencia propuso la creación de un Sistema Nacional de Archivos para organizar de manera homogénea la documentación institucional. A pesar de este esfuerzo, Roque señala que aún queda mucho por hacer, especialmente en lo que respecta a los archivos municipales y comunitarios, que a menudo no cuentan con los recursos suficientes para preservar su documentación de manera adecuada.

La colección de unomásuno es un ejemplo claro de cómo los archivos pueden contribuir al entendimiento de los procesos históricos y políticos del país. Al tratarse de un periódico que se mantuvo independiente del control gubernamental, sus reportajes y artículos de fondo ofrecen una visión única de la historia reciente de México. Los jóvenes de hoy, acostumbrados a consumir información digital de manera inmediata y superficial, tienen la oportunidad de aprender de este archivo, no solo como un recurso informativo, sino también como un ejemplo de periodismo profundo, crítico y reflexivo.

Los archivos van más allá de ser simples documentos almacenados; son fundamentales para construir la memoria colectiva. Su preservación es crucial en un contexto donde el acceso a la información se vuelve cada vez más efímero. Por ello, instituciones como universidades, bibliotecas y museos juegan un papel clave en garantizar que estos testimonios históricos permanezcan accesibles, permitiendo a las futuras generaciones entender el pasado y construir un futuro mejor informado.

Preservar archivos como el de unomásuno en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo es esencial para comprender el impacto de los procesos históricos en la vida democrática de México. Este tipo de conservación asegura que la memoria colectiva se mantenga viva, permitiendo a las generaciones venideras valorar su historia y contribuir a una sociedad más informada y consciente de su pasado.

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