LA VUELTA A LA BICI
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Reflexionar sobre el futuro de la movilidad en el país y el mundo, es uno de los ejes principales de la muestra “La vuelta a la bici” que hace un recorrido histórico, adentrándose en lo social, la cultura popular y cómo el invento alemán, revolucionó la forma del individuo para moverse y relacionarse con la ciudad y el campo.
La muestra que se presenta en el Museo Franz Mayer del 28 de enero al 19 de abril de 2015, está dividida en 13 secciones que hacen un recorrido por los puntos históricos y sociales, donde la bicicleta ha modificado la convivencia y las formas de movilizarse.
Se complementa con un estudio inocográfico sobre los usos de la bicicleta con material gráfico y audiovisual de la Colección Pryor Dodge y de los acervos nacionales como el de la Fototeca Nacional, el Archivo General de la Nación y de fotógrafos como Nacho López, Hermanos Mayo, Manuel Álvarez Bravo, Federico Gama, Nirvana Paz, Bob Schalkwijk, entre otros.
La introducción de la bicicleta como vehículo de uso cotidiano abrió horizontes, las personas se pudieron desplazar de manera eficiente. Comenzaron a recorrer y serpentear sobre ruedas, caminos solitarios, inventaron atajos, recorrieron extensas distancias, con tan sólo la energía de su cuerpo, esto sucedió, cuando se perfecciono el inventó y se incorporó una cadena que facilitaba la movilidad y aumentaba la velocidad.
La ganas del individuo por trascender llevó a Thomas Stevens en 1887 a dar por primera vez la vuelta al mundo . 10 años después, Annie Londonderry de 25 años le demostró a la sociedad conservadora estadounidense que las mujeres podían andar en bicicleta, aun si saber andar, tomó un revolver encargó a los hijos al marido y comenzó su viaje que duró 15 meses, al regreso se mudó a Nueva York y ejerció el periodismo.
El velocípedo significó para las mujeres “un símbolo de libertad” comentó Ana Álvarez curadora de la exposición, explicó que la bicicleta tuvo un impacto en la moda porque se dieron cuenta que las mujeres no podían andar con faldas victorianas en la bicicleta, se introdujeron los pantalones bombachos bloomers les decían.
“Las sufragistas que defendieron el voto de las mujeres a finales del siglo XIX y principios del XX, iban a los encuentros en bicicleta como un símbolo de empoderamiento”, subrayó la curadora.
La bici en México
La bicicleta llegó a México en la época de don Porfirio, los reporteros de la época la llamaron “libélula de metal”; el músico Salvador Morlet le dedicó una polka y el escritor Ángel del Campo fue el primero en cronicar un paseo en bicicleta en la ciudad de México.
En su apuntes dejó claro que la sociedad porfiriana no aceptaba del todo el novedoso inventó, y que las calles no eran aptas para el pedaleo constante; la bici, contribuyó a silenciar las estruendosas carretas que eran jaladas por caballos.
“ Ese loco se llamaba Ángel del Campo le decía “Micros” , y era uno de los cronistas más leídos de su tiempo. Micos salió una mañana a “ciclear”, le ladraron los perros, arriesgó la vida en los baches de las calles de tierra apisonada-caminos aptos para la herradura, pero no para ’seres humanos, civilizados y con Ayuntamiento’ -, terminó sudoroso y acalorado, y sin embargo aquel día se libró de tomar trenes siempre demorados o con peligro de descarrilamiento, evitó tumbos de los coches de a peseta (…) recorrió todas las calles de la metrópoli sin que nadie se atreviera a llamarlo vago”. 1
La bicicleta ha sido útil para las personas que se dedican a ciertos oficios ahí tenemos al panadero que habilidad surfea en bicicleta en la calles capitalinas con una canasta llena de pan sobre la cabeza o el afilador que con su clásico silbato recorre calle por calle buscando clientes y no podemos dejar atrás los famosos tacos de canasta, esta es la bicicleta más buscada por los universitarios en los alrededores de C.U.
La vuelta a la bici, aborda la época de oro de la producción mexicana y presenta modelos clásicos como la bicicleta de carreras Saeta, de 1960; la Paris-Rubaix de Benotto, de 1976; el triciclo Apache, de 1970; los exóticos modelos Vagabundo, de 1978.
Aunque en México principalmente en la ciudad se ha fortalecido el uso de la bicicleta, aún estamos lejos de tener la infraestructura que se tiene por ejemplo en Holanda, donde el 90 % de los viajes en bici se hace para hacer las actividades cotidianas y en promedio al año se recorren 900km en Bicicleta. En México se utiliza más la bicicleta de forma de recreativa que para hacer actividades cotidianas.
La muestra es una buena oportunidad para revalorar y fortalecer la conciencia del uso de la bicicleta, un medio de transporte, ecológico, económico y eficaz.
En la presentación de la exposición estuvieron presentes: Bernardo Baranda director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), Marc Verschuur representante de la embajada de Holanda, Armando Crotte , representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Ana Álvarez curadora de la muestra.
Museo Franz Mayer, Av. Hidalgo 45, Cuauhtemoc, Centro Histórico, Ciudad de México. Horarios, martes a domingo 10:00 a 17:00 horas. Biciestacionamiento en la Plaza de Santa Veracruz.
1 En Bicicleta por Héctor de Mauleón, Km. cero, num 78, enero 2015