INAUGURAN EN LOS PINOS LA EXPOSICIÓN REVOCAR EL SILENCIO
A través de imágenes que exhiben y denuncian el maltrato y la explotación hacia los animales, la exposición Revocar el Silencio. La Violencia, Cualquiera que Sea la Víctima, es Violencia, de Elideth Fernández, busca concientizar a las y los visitantes sobre la violencia ejercida hacia otras especies, dejando de lado la creencia de que el ser humano está por encima de cualquier otra forma de vida.
La muestra, que se llevó a cabo a través de la Secretaría de Cultura y el Complejo Cultural Los Pinos en colaboración con la revista Artes de México y los colectivos Red Internacional de Artistas e Intelectuales por la Abolición de la Tauromaquia y Movimiento Consciente, abre sus puertas en la casa Miguel Alemán.
Fernández busca en cada una de sus fotografías provocar al espectador y que éste se cuestione los supuestos privilegios que tiene para decidir sobre una vida ajena, pues “a veces lo que no vemos es la mirada del otro”, afirma la creadora, al momento de comentar que sus imágenes son en blanco y negro para focalizar la atención en los ojos de los animales y no en la sangre.
«Siempre pensé estas fotografías en blanco y negro, donde el protagonista es el animal, el ser vivo”, menciona.
La fotógrafa, quien también se desempeña como historiadora, resalta la importancia de que esta exposición se lleve a cabo en el Complejo Cultural Los Pinos que, en sexenios pasados, fue la residencia del Poder Ejecutivo.
“Durante el gobierno de Vicente Fox se practicaba la brujería, según el libro de Los Brujos del Poder, y es sabido que esta práctica tiene una relación con los sacrificios cruentos, sanguinarios, en contra de los animales. Ahora, años después y contrario a aquella época, Los Pinos abre sus puertas a distintas corrientes, diferentes pensamientos, motivos de reflexión, significa ahora mucho que un espacio del pueblo tenga un acceso a la verdad”, agrega Fernández.
Revocar el Silencio. La Violencia, Cualquiera que sea la Víctima, es Violencia tiene, además, como propósito reflexionar sobre la relación del ser humano con los animales y cómo se ha normalizado el abuso a otro ser vivo, por lo que “las fotografías no tienen cédula, no tienen lugar ni fecha, pues parte del objetivo de la muestra es que lo que el espectador está mirado, sucede todo el tiempo, en cualquier parte del mundo”, concluye Fernández.
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