CUBA EN DOS TIEMPOS
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La revolución revisitada es una exposición personal de Paolo Gasparini, con dos conjuntos de fotografías tomadas en Cuba en dos momentos cruciales: el comienzo de la etapa socialista, en el principio de la década de 1960 y el comienzo del llamado “período especial”, en la primera mitad de la década de 1990. Es decir, desde la etapa de más ferviente euforia revolucionaria hasta la etapa de la crisis y el desencanto. Son dos momentos en la historia de Cuba, de los cuales el fotógrafo ha sido testigo con la misma honestidad.
Si en 1961 Gasparini se encontraba lleno de “heroicos furores”, como él mismo ha dicho, y estaba listo para dejarse seducir por la mezcla de caos y esperanza que constituía el ambiente de la revolución triunfante, 30 años después debió sufrir el choque de la desilusión. al encontrar una sociedad debilitada por el miedo, la falta de iniciativas y la pérdida de fe en el futuro.
Igual que hay un capítulo cubano en la obra de Gasparini, también debe reconocerse el capítulo de Gasparini en la historia de la fotografía cubana. Su estancia en Cuba coincidió con la etapa en que se definía como autor, tanto estilísticamente como ideológicamente. Su obra es una contribución al imaginario de la revolución cubana. Pero Gasparini no hizo retratos de Fidel Castro o de Ernesto Guevara. Fue, y sigue siendo, un fotógrafo de la calle y de la gente común. Los líderes siempre están en la distancia, por muy cerca que estén. Y Gasparini prefiere codearse, participar, estar en las situaciones que fotografía.
Lee el artículo completo en la edición 134 de Cuartoscuro o bien visita la exposición que se exhibe hasta el 21 de noviembre en Punctum Galería Allende #2 Centro Histórico de la Ciudad de México. Ahí podrás adquirir la revista. La exposición forma parte de Festival FotoMx organizado por el Centro de la Imagen.
Si en 1961 Gasparini se encontraba lleno de “heroicos furores”, como él mismo ha dicho, y estaba listo para dejarse seducir por la mezcla de caos y esperanza que constituía el ambiente de la revolución triunfante, 30 años después debió sufrir el choque de la desilusión. al encontrar una sociedad debilitada por el miedo, la falta de iniciativas y la pérdida de fe en el futuro.
Igual que hay un capítulo cubano en la obra de Gasparini, también debe reconocerse el capítulo de Gasparini en la historia de la fotografía cubana. Su estancia en Cuba coincidió con la etapa en que se definía como autor, tanto estilísticamente como ideológicamente. Su obra es una contribución al imaginario de la revolución cubana. Pero Gasparini no hizo retratos de Fidel Castro o de Ernesto Guevara. Fue, y sigue siendo, un fotógrafo de la calle y de la gente común. Los líderes siempre están en la distancia, por muy cerca que estén. Y Gasparini prefiere codearse, participar, estar en las situaciones que fotografía.
Lee el artículo completo en la edición 134 de Cuartoscuro o bien visita la exposición que se exhibe hasta el 21 de noviembre en Punctum Galería Allende #2 Centro Histórico de la Ciudad de México. Ahí podrás adquirir la revista. La exposición forma parte de Festival FotoMx organizado por el Centro de la Imagen.