MANUEL ÁLVAREZ BRAVO A TRAVÉS DE LA MEMORIA HISTÓRICA
Por Magdalena Montiel
La mirada libre y poética de Manuel Álvarez Bravo lo convirtió en el mayor precursor de la Fotografía Moderna de Latinoamérica. La historia de cómo sus fotografías son un recuerdo histórico de la cultura e identidad mexicana está reunida en una muestra fotográfica en la Galería Juan Martín.
La exposición nació del deseo de celebrar el aniversario 116 de su natalicio, “sus obras son atemporales, sigue vigente y aún está vivo”, comentan Malú Block y Graciela Toledo, codirectoras del recinto.
El conjunto de la exhibición muestra a distintas personas, inmortalizadas por el fotógrafo, a través de imágenes históricas de una cotidianidad mexicana compleja y matizada. La mayoría fueron tomados sorpresivamente en el instante indicado, dejando ver la naturaleza de lo humano.
Como decía Octavio Paz, “ la realidad es más real en blanco y negro”, al igual que las fotografías de Don Manuel. La mirada de Álvarez Bravo fue precisa, real y verdadera; en su momento fue la vanguardia, pues su obra inmortalizó la realidad de la vida urbana, carencias, tradiciones y paisajes de México.
Niño barriendo (1940), Los agachados (1934), El pez grande se come a los chicos (1932), Fruta prohibida (1977) y Buena fama durmiendo (1939) fueron algunas de sus imágenes favoritas, comentó Graciela Toledo. “El legado más grande que nos dejo , fue el poder ver la belleza donde uno ni siquiera se imagina que existe”, añadió.
En tanto, Malú Block puntualizó que “en sus últimos años de vida, conservó su honestidad y su sencillez”, y lo recuerda como“un hombre maravilloso”.
Un buen día, un fotógrafo le preguntó cómo podía hacer mejores fotografías, a lo que Don Manuel le respondió que la técnica ya la tenía, solo debía ser mejor ser humano, narró Block, quien afirmó que la esencia de sus retratos y de su vida misma residió en siempre decir la verdad: “le ponía el punto en la i”.
Pero la fotografía no fue su única pasión, Álvarez Bravo era un hombre universal, amaba las artes y logró confluir un lenguaje poético en sus fotografías. Su trabajo es un reflejo de la fascinación con la que descubrió cada rincón de México. Vivió 100 años y hasta el final de sus días continúo retratando los contrastes de la vida y cultura de México.
La muestra se encuentra en exhibición en la Galería Juan Martín, y permanecerá abierta hasta el 28 de abril de 2018.
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