FOTOGRAFÍA: UNA AVENTURA EN LO COTIDIANO
Por Carolina Romero
Los avances tecnológicos de los teléfonos celulares acercan a cada vez más personas al mundo de la fotografía. Las aplicaciones y programas de edición también han contribuido, pues vuelven divertido y más interesante el juego de hacer imágenes. Pero hay a quienes siempre les hace falta algo: quieren hacer mejores fotos, estar cerca de la técnica y de llamarse fotógrafos. Es entonces cuando buscan algo más.
Actualmente, “la competencia que enfrenta la industria de cámaras fotográficas con las nuevas tecnologías es en paralelo”, comenta el director de mercadotecnia de Nikon México, Julio Meneses, pues el interés de los usuarios por involucrarse en la fotografía los lleva a descubrir el campo de lo profesional.
“Nikon busca el desarrollo de la cultura fotográfica de los usuarios”, dijo Meneses en entrevista para Cuartoscuro. Para ello, Nikon School es una alternativa que forma parte de la educación fotográfica y el compromiso que tiene la empresa de cámaras con ofrecer educación a los entusiastas de la imagen.
Sin embargo, la aspiración de la firma no es sólo decirle a los alumnos cómo hacer técnicamente una foto, sino que busca contagiarlos de iniciativa a través de experiencias que otros fotógrafos han tenido e integrar elementos de interés en su educación, para promover la cultura fotográfica.
Parte de esta labor se llevará a cabo en Nikon Foto Fest, a partir del 29 de septiembre y hasta el primero de octubre, donde se impartirán conferencias de Nikon School, así como mini talleres.
“Para ser fotógrafo sólo tienes que ser curioso y aprovechar el momento”, añade Julio. Para él, “hay que tener habilidad para componer la imagen, no se trata sólo de sostener la cámara”. “Tomar la mejor foto depende del momento, de buscar cómo generar una buena composición, además de la conceptualización que haga el fotógrafo para contar una historia”.
No hay un instructivo que dicte paso por paso cómo convertirse en fotógrafo. El talento puede estar en cualquier parte. Las ganas de querer documentar, también. La cuestión es querer dar el primer paso. Animarse. Encontrar motivos. Aprender cómo tomar una cámara y disparar el obturador. Después, sólo queda compartir lo que los ojos miraron, pues como dice Julio, para ser fotógrafo hay que saber encontrar “experiencias que no sólo tienen que ver con la aventura, sino también con lo cotidiano”.