CONOCER A LAS MUJERES DE LA CIUDAD. PORTAFOLIO MARÍA GARCÍA FREIRE
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La búsqueda de lo ajeno a partir del espacio público nace de esa necesidad por descubrir un espacio habitado por primera vez. A partir de esa mirada curiosa por los seres anónimos que esperan, que se movilizan, que recorren la ciudad en sus rutinas, en sus vidas que se repiten día a día nace Conocer en la ciudad de México, una enorme urbe llena de historias.
La multitud, la espera, el encuentro, son palabras recurrentes en el metro de esta ciudad, un lugar de tránsito que provocó la necesidad de conocer el recorrido de una mujer, y así empecé a seguir a mujeres hasta donde ellas se bajaran.
[slideshow_deploy id=’48880′] Las retraté sin que me vieran, de espaldas, o de perfil, esperando, en palabras del artista mexicano, Rafael Hernández Víquez, “…las historias individuales de las mujeres que surgen diariamente, pensativas, arregladas, apuradas o resignadas, captadas en los pequeños instantes, a veces los únicos instantes en el día, que la espera del transporte colectivo nos regala para reflexionar. Posiblemente tomando decisiones importantes en esos momentos, quién sabe? para después sumergirse nuevamente y perderse en esta gran ciudad.”
Las mujeres bajan del metro en distintos escenarios que nos muestran pedazos de la ciudad, unos fascinantes, otros caóticos, otros habitados, otros solitarios.
La multitud, la espera, el encuentro, son palabras recurrentes en el metro de esta ciudad, un lugar de tránsito que provocó la necesidad de conocer el recorrido de una mujer, y así empecé a seguir a mujeres hasta donde ellas se bajaran.
[slideshow_deploy id=’48880′] Las retraté sin que me vieran, de espaldas, o de perfil, esperando, en palabras del artista mexicano, Rafael Hernández Víquez, “…las historias individuales de las mujeres que surgen diariamente, pensativas, arregladas, apuradas o resignadas, captadas en los pequeños instantes, a veces los únicos instantes en el día, que la espera del transporte colectivo nos regala para reflexionar. Posiblemente tomando decisiones importantes en esos momentos, quién sabe? para después sumergirse nuevamente y perderse en esta gran ciudad.”
Las mujeres bajan del metro en distintos escenarios que nos muestran pedazos de la ciudad, unos fascinantes, otros caóticos, otros habitados, otros solitarios.
Creo que este trabajo también podría describirse como acosador. No creo que deberías seguir a alguien para tomarle una foto. Tal vez hay que hacer más cuidadoso entre los límites de sus trabajos.
Saludos
Hola Eduardo! Este trabajo únicamente lo estamos difundiendo, no pertenece a Cuartoscuro. Recibe un cordial saludo
Eduardo Loaeza, entonces no busques el trabajo de Ana Casas Broda o te me traumas. No lo bajarías de pedofilo o sexualizado.
La realidad es que si lees el discurso del artista entenderás lo interesante de la visión de cada fotógrafo. En este caso nada tiene que ver el acoso. Hay fotógrafos que en su discurso si abordan el acoso. María García no lo aborda desde esa perspectiva. Y aparte: no toma rostros, no sigue a las mujeres hasta sus casas. No entra en su espacio personal, sino las retrata desde la amplitud y sinergia del espacio público.
Saludos
¡Hola Eduardo! ¡Hola Cuartoscuro! Habría que preguntarle a la fotógrafa, ¿no? No sabemos, quizás después de hacer las fotografías se acercó a las mujeres para plantearles el proyecto y pedir su permiso para difundir las fotos. ¡No nos adelantemos!
¡Muchos saludos!