ENTREVISTA CON DULCE PINZÓN. DE FICCIONES Y REALIDADES.
Spiderman – Bernabe Mendez del estado de Guerrero. Trabaja como limpiador profesional de vidrios en Nueva York. Manda 500 dólares mensuales © Dulce Pinzón
Por David Polo
Dulce Pinzón es una fotógrafa mexicana que desde los inicios de su carrera decidió que lo que estaba trazado en las formas de producción no le acomodaba y comenzó a experimentar. Comunicóloga de profesión por la UDLAP, muy joven emigró a Nueva York con el propósito de aprender y desarrollar una trayectoria sólida en el ámbito de la fotografía. Su contacto directo con la comunidad de mexicanos en la ciudad estadounidense, sumado a su inquietud de hacer algo más que trabajo documental la llevaron a que después de varios intentos, sus imágenes construidas fueran reconocidas mundialmente a través de su serie La verdadera historia de los Super héroes, un conjunto de retratos que busca dignificar bajo los parámetros de Estados Unidos a los miles de latinos que emigran en busca de mejores oportunidades, constituyendo la base de la fuerza laboral de este país. En entrevista con Cuartoscuro, Dulce platica sobre su manera de entender la fotografía.
Cuartoscuro: De la Comunicación a la fotografía documental, y de esta a la fotografía construida. ¿Cómo se dieron estas transiciones?
Dulce Pinzón: El fotoperiodismo era la tendencia cuando yo comencé a estudiar, se venía enseñando en escuelas desde los años 20, pero me di cuenta que no necesariamente era lo que a mi me satisfacía como autor, pues me limitaba en lo que yo quería decir.
En un principio mi inquietud era lo documental y en Nueva York poco a poco me fui integrando a actividades que tenían que ver con servir a la comunidad no como fotógrafa, sino más bien como maestra, o como auxiliar en muchas cuestiones mas de índole laboral, a la par que desarrollaba mi carrera en el International Center of Photographý. En medio de todas necesidades para atender a una comunidad que cada vez se hacía más grande, empecé a desarrollar un gusto por la foto construida. Ahí me empecé a dar cuenta de que lo que yo quería era crear discursos, poder interpretarlos y poner muchos más elementos que pudieran tener una narrativa más completa para mi. El resultado más elocuente fue mi serie de los Super Heroes, porque estaba poniendo elementos que no tenían nada que ver con la realidad, utilizaba la ficción un poco para contar una historia que es real.
Me marcó muchísimo el contacto con los migrantes mexicanos en Nueva York y eso fue el detonante de gran parte de mi discurso fotográfico.
CO: Sobre tu faceta en Nueva York.
DP: Yo llegué a Nueva York alrededor de los 19 años. Al principio era más bien como una búsqueda personal, pero también influenciada en gran medida por la vida tan cosmopolita, rica y llena de influencias propia de la ciudad. Me tocó una época padre, aún había rezagos de los años 80 y comenzaba a verse como las corporaciones estaban tomando rápidamente la ciudad. Todavía alcancé a ver escenas a nivel musical increíbles y comencé a empaparme muchísimo de todo lo que sucedía a nivel social, como la ebullición por la creación de nuevas leyes y toda la diversidad de gente. Fue una sacudida impresionante, en realidad durante los primeros años no pude hacer fotografía, me dediqué a dejarme influenciar y fue como seguir la corriente para luego adquirir ya todo un empoderamiento y un punto de vista más personal con los años. Comencé a experimentar más con temáticas, pero siempre recaía en mi mexicanidad con plena autoconciencia y observación de quien era yo como persona y mi inserción como mexicana en un panorama global. De hecho, las clases que tomaba en ICP eran sobre cosas que no tienen mucho que ver con lo que hago, comencé a tomar fotos hasta de moda porque me interesaba la parte ficcional y teatral de la interpretación y reinterpretación de una imagen. Me interesaba tener las herramientas para poder incurrir en otros diálogos visuales.
CO: Sobre tu trabajo y la carga política y social que le imprimes
DP: Pues es que así soy yo. Todo el tiempo estoy tratando de componer cosas y trato siempre de ir muy en contra del sistema, por eso para mi es muy importante como herramienta la fotografía, la utilizo para ventilar mis inquietudes y siempre lo hago de una manera muy satírica.
Mi trabajo es un tanto intuitivo, sigo la intuición pero la aterrizo. En un momento de inspiración me puede llegar la forma de estética y la forma de la aproximación que le quiero dar a mis proyectos. Gran parte es dejarlos vivir en mí y orgánicamente van desarrollándose, sin embargo, la planeación de cada imagen es muy importante, porque es donde amarro todos los elementos que necesito para una serie, cada imagen tiene un planteamiento y una forma de ejecución; cuando hago una foto siempre hay una parte atrás y una parte posterior de posproducción que ahora también incorporo, por ejemplo, en la serie de los Super héroes no hay nada de retoque, ahora ya utilizo un poco de retoque y a veces un tanto, porque ya mi trabajo es completamente digital. Además, siempre busco insertar una doble lectura entre lo que quiero decir y lo que se ve. Yo quiero pensar que sigue ese elemento mío de humor y de de doble lectura entre lo político, la reflexión y los comentarios punzantes.
CO: En el ámbito de la foto construida, ¿qué opinas de cuando el discurso se vuelve irrelevante de tan simple o personal?
DP: Irónicamente vivimos en un mundo tan sobresaturado de imágenes que hay muy pocos ejemplos de autores que logran un balance entre la carga estética, política y técnica y que logran establecer un vínculo con el público, que eso es a lo que se debe el éxito. En esta búsqueda y sobresaturación de influencias, la gran mayoría hace todo lo contrario y en lugar de crear un vínculo crean imágenes efímeras que circulan en las redes y que a lo mejor uno ve, pero sin gloria, y ese es un problema de la contemporaneidad: que todos estamos sumidos en un mundo de imágenes y cada uno tiene que establecer su relación con las influencias a las que está expuesto. Yo, por ejemplo, trato de explorar cosas muy concretas y revisar autores que me interesen porque tuve esa formación visual desde muy joven, en este momento lo que necesito más bien es crear un santuario para mí, en donde no permita que otras influencias obstruyan mi visión. Eso me funciona porque da más simplicidad a mi trabajo aunque mis imágenes no sean simples en absoluto.
CO: ¿La simplicidad es lo que permite abrir el significado de una imagen?
DP: A mi me parece que si.
El trabajo de Dulce Pinzón puede verse directamente en su página web www.dulcepinzon.com