FLASHBACK
El presente catálogo surge de la exposición “Leopoldo Pomés. Flashback”; una selección de fotografías e imágenes que dan cuenta de la labor creativa de Leopoldo Pomés (1931), figura clave para la fotografía catalana de la segunda mitad del siglo XX. La obra abarca un período que parte de los últimos años de la década de los cuarenta y que culmina en los años setenta. Al mirar las fotografías, uno puede identificar dos etapas pertenecientes a la producción de Pomés: una enfocada en una fotografía más cercana a la plasticidad y la estética de la pintura de los artistas contemporáneos a él; y otra basada en el trabajo que realizó en su agencia de publicidad, Studio Pomés.
Al inicio de su carrera, Pomés se relacionó con El Paso, un colectivo de artistas fundado en Madrid en 1957 y de gran relevancia para el arte español de la posguerra. La creatividad del fotógrafo también concordó con el eje artístico del grupo Dau al Set, pues como señala Guillamon: “Incorpora elementos del surrealismo de la posguerra que se sirve de los métodos de asociación y de creación de imagen del movimiento teorizado por André Bretón, pero sin poner en juego el automatismo: subordinándolo todo a la razón y la emoción” (19).
Las fotografías de Pomés logran efectos que reflejan el dominio de una técnica que definió su estilo; pues buscó en sus imágenes “objetivar las cosas, llevarlas a una dimensión ideal y arrebatárselas a la vulgaridad del mundo” (14). Guillamon cuenta que Pomés descubrió el retrato en su padre y en su peluquero, el señor Marquet; una práctica que aparece a lo largo de toda su obra fotográfica: Retratos íntimos que muestran detalles curiosos y evocan el carácter introspectivo de la gente a través de sus rasgos de personalidad.
Pomés trabajó de manera sistemática su creatividad y siempre conservó elementos característicos de su fotografía que se logran identificar en varias campañas publicitarias
que estuvieron bajo su cargo, como la de las burbujas de la cava Freixenet. Creó atmósferas felices, inventó historias con personajes ficticios y escenas preparadas; sugirió al espectador la posibilidad de entrar en la vida del otro, de asomarse a su intimidad sin ser vistos, y apeló incluso, al principio del placer; se adaptó a los nuevos cánones de belleza en los años sesenta y setenta, en los que la publicidad se alió con la intención artística para invitar al espectador a consumir una vida que parecía feliz.
Es por lo anterior que este libro es una excelente invitación no sólo para conocer la fotografía de un hombre altamente creativo que reflejó en su obra su manera de entender la realidad en un período europeo de rupturas y de posguerras —y en el caso de España, también de prohibiciones y de fecundidad artística— sino también para acercarnos con sutileza al mensaje que se esconde detrás de la fotografía en su calidad de metáfora de la realidad.