1914, EL AÑO DECISIVO.
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Esta exposición es un pretexto para reflexionar sobre algunos de los acontecimientos que tuvieron lugar en la Ciudad de México a finales de lo que yo llamaría el año decisivo, 1914. Especialmente el suceso del 6 de diciembre, cuando los ejércitos de Francisco Villa y Emiliano Zapata hicieron su entrada triunfal a la capital de la República.
La ocupación de la Ciudad de México va a ser sólo la expresión política de las batallas militares de una revolución que se define en la primera mitad de ese mismo año en otros estados de la república y en ciudades específicas con el triunfo de Zapata en Cuernavaca, el de Obregón en Orendain y los de Francisco Villa en Ciudad Juárez, Torreón, San Pedro de las Colonias y Zacatecas. Pero también es el año decisivo porque con la derrota de Victoriano Huerta se va a desmovilizar al ejército porfiriano, prácticamente intacto hasta ese momento.
1914 va a exhibir con toda su crudeza la diferencia de proyectos, los muchos méxicos que no quiso o no pudo ver la revolución maderista. También va a mostrar que la revolución contra Porfirio Díaz de 1911 no había sido sino sólo el comienzo de una verdadera guerra civil que no tardaría en estallar en el país, la cual se expresaría a finales de 1914 y durante todo 1915.
1914 nos revelará plenamente a los líderes de la revolución radicalizada que a pesar de haber sido derrotados militarmente en los años posteriores, se convertirán en los héroes de una mítica revolución popular que todavía nos persigue hasta nuestros días. Me refiero por supuesto a Emiliano Zapata y Francisco Villa.
¿Pero debemos dedicar todo nuestro júbilo a unas cuantas fotografías que dejaron memoria gloriosa de aquellos días y conformarnos con el simbolismo de una revolución popular cuyo triunfo sólo duró unas semanas?; para febrero de 1915 los ejércitos de Villa y Zapata ya no estaban en la ciudad de México.
Si sólo nos interesa discutir sobre el liderazgo moral de una revolución y pasar a segundo plano el liderazgo político y militar de la misma, el uso épico que se ha dado a estas fotografías cumplen con todas nuestras expectativas, pero si por el contrario, nos interesa que tengan una correspondencia con la implantación de una revolución social en el país, estas imágenes únicamente retratan una revolución que México no supo cumplir cabalmente en su gran momento histórico.
Esta exposición está conformada por cuatro ejes a través de los cuales se pretende reflexionar sobre el largo periodo (4 años) que tardaron los revolucionarios en tomar la Ciudad de México, de tal suerte que el primer eje se centra en los revolucionarios maderistas tanto del norte como del sur que se levantaron en armas en 1910 para derrocar no solo a Díaz, sino todo lo que significaba el antiguo régimen. Por eso a sus líderes militares primigenios no les gustó la idea de que Madero se conformara con solo un cambio político y que no aprovechara el impulso y la fuerza que ellos le daban para tomar la Ciudad de México en 1911.
En los siguientes ejes la exposición pone el foco en los soldados de los dos ejércitos populares que lograron tan anhelada hazaña, a saber zapatistas y villistas. Y por último, el eje final se centra en las figuras de los líderes de estos dos grupos, cuando en la cúspide de su poder militar ocuparon la capital de la república.
Las imágenes de esta exposición honran a sus protagonistas, hombres sencillos que decidieron cambiar su vida y su país. A todos ellos que tuvieron el coraje y la capacidad de indignarse contra la injusticia dedico esta exposición.
La exposición permanece en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec. Paseo de la Reforma y Av. Gandhi, Bosque de Chapultepec. Entrada Libre