ARQUEOLOGÍA DEL ESPÍRITU
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“Lo que sabemos de las culturas prehispánicas ha pasado por el tamiz de la idiolotría católica de los conquistadores españoles.No tenemos documentos porque lo destruyeron su miedo y su ignorancia. ¿Qué nos queda? Estudiar los edificios que nos siguen en pie, que cuentan historias”.
Désiré Charnay
Galo Ramírez
Como un homenaje a los fotógrafos viajeros como Désiré Charnay, Teoberto Maler o Frederick Catherwood, Javier Hinojosa presenta la exposición “Guardianes del México Antiguo”, una muestra de más de 100 fotografías en blanco y negro que documentan el paso del tiempo en alrededor de 50 zonas arqueológicas de la República Mexicana.
Setenta fotografías que documentan las ciudades mayas están impresas en Platino Paladium*, técnica artesanal fotográfica del siglo XIX que, al ser trabajadas de esa forma, constituyen piezas únicas. El resto de la exposición lo conforman impresiones hechas en técnicas digitales como inyección de tinta o piezografías.
Hinojosa explica que encontró en las técnicas modernas ciertas características que le satisfacían como fotógrafo, como la “calidad, permanencia de la imagen y la gama tonal”.
La exposición que se presenta en el Museo Archivo de la Fotografía (MAF) es un recorrido por la forma de mirar de Hinojosa. La fotografía más antigua que se presenta data de 1993 y es sobre la zona arqueológica de Palenque.
Explica que la actual exposición es un compendio de otras como “Mayas, espacio de la memoria, guardianes del tiempo”, y que decidió unificarlas para hacer una muestra más integral de este trabajo al que le ha dedicado más de una década.
“Quizás sea una búsqueda de un artista, rascar entre sus raíces, hacer un poco de arqueología del espíritu”, dice, y agrega que se trata de buscar en las zonas arqueológicas el diálogo entre naturaleza y arquitectura.
El creador del libro “Espacios de la memoria” detalla que fue sorprendente estar cuando se abrió “La tumba roja” en Palenque, Chiapas, y asegura que lugares como Monte Albán, en Oaxaca, o Ek Balam, en Yucatán, “son sublimes, son grandes monumentos que siempre invitarán a la reflexión”.
Al cuestionarle por qué fotografiar en blanco y negro, expresa que “la fotografía en blanco y negro la trato de comparar siempre con la literatura; el blanco y negro es una visión mas poética de la realidad, más sensible; rompe con esta visión postelera, es una interpretación más íntima”.
Aunque la mayoría de las imágenes son de zonas arqueológicas mayas ubicadas en las entidades de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas, la muestra también exhibe pirámides, templos y ruinas del Altiplano localizadas en los estados de México, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y el Distrito Federal, así como de aquéllas asentadas en Veracruz, Tabasco, Tamaulipas y San Luis Potosí.
La exposición “Guardianes del México Antiguo” permanece hasta octubre en el Museo Archivo de la Fotografía. Entrada libre.
El Museo se encuentra en República de Guatemala núm. 34, Centro Histórico, Del. Cuauhtémoc, Ciudad de México. Tel: 2616 7057, 2616 6975.
*Platinotipos: Esta técnica fue desarrollada en 1873 por Williams Willis: empleaba sales de platino para producir la imagen, y fue muy popular entre 1880 y 1930 por su gran alcance tonal, sus sutiles grises, su rendimiento en los detalles y por su excelente estabilidad. No obstante, en la década de 1920 estas piezas se cotizaron de tal manera que su proceso de elaboración llegó a ser restringido por su alto costo, por lo que se reemplazó el uso de platino por el de paladio, que producía resultados similares pero con un tono más cálido. (Tomado de Conservación de fotografía histórica y contemporánea. Fundamentos y procedimientos Juan Carlos Valdez Marín, INAH, primera edición 1998)